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I. VILLAR / J. BARRIO
GIJÓN.
Martes, 11 de octubre 2022, 01:10
David Guerra, presidente del Sporting, fue ayer la voz sobre el terreno del Grupo Orlegi. Mientras, desde México, intervenían Alejandro Irarragorri, el hombre fuerte de la firma propietaria del club gijonés, y su yerno, el arquitecto Fernando Sordo Madaleno. «Creo que ha sido positivo ... poder compartir el proyecto», aseguró David Guerra a la salida de la reunión, machacando en la visión regional de la propuesta: «Esta infraestructura dinamizará no solo la ciudad de Gijón, sino Asturias. Queremos construir algo grande, soñar, pero con los pies en el suelo».
Y una vez más, Guerra pidió colaboración. «Aunar voluntades», porque, avisó, «este camino será largo, nada sencillo, y tenemos que estar todos juntos». Lo que se busca, incidió el mandatario, es «generar un impacto que cambie» la dinámica de la región. «Este es un paso más en una candidatura que hemos iniciado con mucha fuerza», concluyó.
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En relación a los plazos, el presidente ejecutivo del Sporting explicó que el proyecto se encontraba en una fase de «evaluación» por parte de la Federación. Incluso por parte del Ayuntamiento, que hará su valoración de todos los datos expuestos ayer por Orlegi. A partir de ahí, añadió Guerra, «pondremos sobre la mesa algo que sea viable y sostenible desde el punto de vista económico». Sí quiso dejar claro que el proyecto «no está cerrado», sino abierto a cambios. «Vamos a seguir analizando y cuando lo tengamos de manera concreta, lo compartiremos», anticipó.
«Los próximos dos meses vamos a esperar a ver cuál es el 'feedback' y, a partir de ahí, empezaremos a hablar de algo más concreto en el tema de financiación», dijo. Así, para comienzos del año que viene, el Grupo Orlegi confía en tener «algo más concreto para que la Federación pueda analizar y nosotros podamos decir que Asturias continúa como posible sede».
Preguntado por el calado de la obra, el presidente ejecutivo del Sporting la definió como «una reforma integral» y subrayó que el estadio, el más antiguo del fútbol español, manteniéndose el campo en el mismo terreno desde su creación, «continuará estando en la misma zona». «Una reforma integral es continuar con la tradición que se tiene ahora mismo en el estadio y ver cómo lo adaptamos a los estándares de cómo se encuentran las infraestructuras deportivas», prosiguió Guerra, quien se comprometió a continuar con «la tradición, la vamos a tener muy presente».
El dirigente rojiblanco no quiso entrar en muchos detalles fuera de la reunión con el ayuntamiento, pero sí generalizó sobre el proyecto que «va a ser un estadio verde, sostenible, que va a estar muy involucrado en la actividad de la ciudad». Y en el que se van a crear oportunidades que «todos los asturianos podrán aprovechar». Desde, enumeró, «el aspecto cultural, al aspecto deportivo, o, incluso, de entretenimiento». En un resumen gráfico, vincular elementos como «la playa, el río y las infraestructuras que hay alrededor».
De nuevo sobre la financiación, Guerra se limitó a comentar que «hay varias opciones», sin dejar claro si el Ayuntamiento deberá de aportar cantidades. «El Ayuntamiento tiene muchas maneras de aportar a este proyecto», continuó, sabedor de que «todo tiene sus limitaciones». «La financiación es algo que preocupa a todos, pero es en lo que tenemos que trabajar un poco más. Sí tenemos claro que tiene que haber un apoyo por parte de todos los implicados y ahí va a estar desde el comité organizador, hasta el Gobierno, que se va a involucrar, y la Comunidad», completó.
Sobre las barreras urbanísticas, el portavoz de Orlegi se limitó a explicar que «no haremos algo inviable, pero sí estamos llamados a pensar en lo más grande». Otra posible vía de financiación sería el 'naming' del estadio, con la negociación para la incorporación de un posible apellido comercial para El Molinón. Insistió David Guerra en que, en el caso de que se explore esta vía, «El Molinón seguirá siendo El Molinón y seguirá siendo municipal». Nunca desaparecería el nombre del estadio. «Esta candidatura está formada por tres aristas: el Ayuntamiento, el Principado y el club, estamos unidos», observó, satisfecho con el guión de la reunión, durante la que la mayoría de los portavoces vieron con buenos ojos el proyecto.
Cuestionado por las reservas del Ayuntamiento de Oviedo, con el que ya hay conversaciones, y la distancia que ha tomado el club azul con respecto a esta candidatura, Guerra señaló que «no tengo constancia». Pero dejó claro que «queremos construir con todos los asturianos». Con respecto a los plazos de las obras pasó de largo. «Es una pregunta complicada. Sabemos que no es sencillo, que todo tiene sus procesos, pero hay tiempo», apuntó.
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