Un goleador histórico

Pin no era un delantero centro a la vieja usanza, un tanque como el que busca ahora el cuerpo técnico del Sporting. Tenía una corta estatura, pero era escurridizo y, sobre todo, muy listo cerca de la portería rival. Su puesto era interior izquierdo en la antigua estructura táctica, con cinco delanteros. Fue famosa en su época el ala zurda que formó con Nani.

Pin destacaba por su fino regate y una excelente visión de gol. En su debut en el Sporting anotó su primer tanto ante el Unión Deportivo Racing, en un partido correspondiente al Campeonato de Asturias. Tenía quince años y había llegado procedente del Litting, un equipo de La Guía, según recoge en su historial el recordado Joaquín Aranda Iriarte, en un libro de biografías de jugadores del Sporting.

También dejó constancia de su sello goleador en su debut en la Copa de España, el 28 de febrero de 1927, con la visita del Deportivo de La Coruña en El Molinón, en un contundente triunfo por 4-1.

Su primer compañero de ala izquierda fue Manolín Argüelles, capitán y uno de los clásicos de los primeros años de la historia de las competiciones oficiales del Sporting.

Fue sólo en su primera campaña, porque luego llegaría Nani, otro histórico de la época, con el que coincidió siete temporadas.

En las siguientes compartió demarcación con Toral, Fraisión y Pipi. También cambió su posición a la derecha o a la posición de extremo, pero siempre con capacidad goleadora.

Pin es el segundo goleador de la historia del Sporting, sólo por detrás de los 274 de Quini. El gijonés marcó 64 goles en partidos de Liga, 32 en encuentros de Copa y 60 en el campeonato de Asturias, en un total de 280 partidos. Sus 156 dianas están por encima de las de Ramón Herrera, quien anotó 148; Ortiz, con 136; Pocholo, con 92; Ferrero, con 91, y Prendes y Solabarrieta, con 87 tantos.

Pin marcó un triplete en seis ocasiones, todas en El Molinón. En la Liga, el primero fue ante el Deportivo, en El Molinón, el 28 de abril de 1929, en un 7-0 en e que abrió y cerró el marcador, además del quinto. Anotó otros tres goles en un partido ante el Murcia (9-0), en enero de 1929.

Hasta el primer tanto, anotado por Chicote, el público abroncó a los rojiblancos. Luego cambió. En Gijón siempre pasaron cosas inverosímiles. Luego le tocó al Castellón, la misma temporada, en un espectacular 7-2. En la Copa le tocó al Castellón (5-0), en 1933, en unos octavos de final. Luego no podría con el Real Madrid. En febrero y marzo de 1936 los lograría en la fase previa, disputada por sistema de liga, contra el Salamanca (7-0) y el Valladolid (8-1). El Barcelona de Balmanya eliminaría a los gijoneses en los octavos de final.

La Guerra Civil interrumpió su trayectoria con 27 años, si bien después siguió en la plantilla rojiblanca, hasta que se retiró en 1943, con 34 años. En aquellos tiempos, los jugadores que cumplían la treintena solían estar consumidos para la práctica de un deporte exigente.

En el caso de Pin influyó una lesión, que le afectó en su última temporada, en la que sólo puso intervenir en tres partidos, en los que anotó sólo un gol. El Baracaldo fue su última víctima, dos meses antes de jugar su último partido, en el mes de diciembre de 1942. Fue en Santander, con Bachiller como compañero de delantera en la banda izquierda. Liz sería su sustituto.

Pin no pudo cumplir su sueño de llegar a Primera División con el Sporting, ni siquiera pudo disputar la promoción de ascenso contra el Espanyol en la temporada de su retirada. El equipo gijonesa daría el alto a la máxima categoría una campaña después.