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«Es para mi familia», resumió en Albacete de forma telegráfica e íntima Uros Djurdjevic sobre el destino de su gol. 197 días después, el delantero del Sporting rompió su sequía en la Liga. El contador se había detenido en su doblete contra el Andorra, el pasado 20 de agosto. Y en el Carlos Belmonte de Albacete, contra el significado negativo de la derrota para el equipo, que sigue sin arrancar a domicilio, vivió una pequeña reivindicación personal. Fue uno de los mejores jugadores del Sporting, un futbolista difícil de atar para Boyomo y Glauder, el más insistente –junto al Otero inicial– en ataque y volvió a tener un rol protagonista en el campo tras un largo periodo desaparecido de los partidos.
Y lo hizo en una semana especialmente difícil. La de su 29 cumpleaños, que coincidió en su tramo final con el ingreso de su hijo pequeño, Tadej, en el hospital. Allí pasó los últimos días de la semana anterior. Así, el gol, para «mi familia», iba muy especialmente para el pequeño de los Djurdjevic, muy conocido por el sportinguismo, que ha tenido un problema de salud del que ya se encuentra bien. Por ese motivo, el delantero no pudo participar el viernes en la firma de autógrafos que tenía prevista el club con uno de sus patrocinadores y a la que acudieron, finalmente, Guille Rosas y Milovanovic.
La celebración del futbolista serbio reveló la personalización del destino. Tras el gol, cogiendo la espalda a Boyomo y persiguiendo hasta el último metro con la cabeza el centro de Pedro Díaz, Djuka se dirigió hacia una banda y buscó una cámara de televisión. Entre la vorágine festiva que se formó a su alrededor con sus compañeros apiñándose (y que duró muy poco por la respuesta del Albacete), el '23' dibujó una pequeña 'T' con sus dos dedos índice. Luego expulsó la rabia contenida con un bravo gesto. «Las circunstancias de la vida pueden ser muy duras, pero son estas circunstancias las que pueden alimentar nuestro fuerte deseo de tener éxito», apuntaba su padre Zoran el domingo a través de sus redes sociales.
Frente a su falta de gol, que ha pasado una gran factura mental a un jugador que sufre como ninguno los periodos de sequía por su naturaleza voraz, tanto el club como su familia han tratado de cerrar filas en torno a él. David Guerra y Gerardo Ruiz han estado muy pendientes del atacante, además del propio 'MAR'. Hace dos semanas –desveló el propio Miguel Ángel Ramírez en Albacete–, el técnico canario se reunió con el delantero para pedirle que tratara de hacer buenos encuentros para el equipo, con independencia de si marcaba o no. Que fuese haciendo acopio de buenas sensaciones. «Él está enfocado en su trabajo, en lo que tiene que hacer, más allá de pensar en el gol. Cuanto más piensas en el gol, más te alejas de él. Hemos tratado de cambiar esa forma de pensar en dos semanas y ha hecho un trabajo fantástico», subrayó 'MAR'. «Me dijo que tengo que estar ocupado, no preocupado, y estoy trabajando en los entrenamientos y en los partidos», corroboró Djuka. «No estoy pensando en goles. Le dije al míster que no quería pensar en goles, es más importante ganar», apostilló el delantero.
El año de Djuka está siendo especialmente difícil. Pero en Mareo, donde le veían muy afectado y perdido durante la sequía goleadora, aseguran que vuelve a ser el de siempre. La fiesta sorpresa por su 29 cumpleaños, organizada el miércoles en el Llagar El Trole y a la que asistieron la plantilla y algunos trabajadores, terminó con el delantero llorando por la emoción al presentarse al evento su hermano Kristijan, llegado de Serbia. Djuka no contaba con él y, cuando le vio entrar por una puerta, agachó la cabeza y se llevó las manos a los ojos para ocultar las lágrimas.
Ahora, su gol en Albacete le permite alcanzar la barrera de los sesenta tantos con el Sporting (en 187 partidos), después de quedar atascado 113 días –los que siguieron a su último gol, en la Copa, ante el Beasain– en los 59. Lo que parecía un trámite se convirtió en un verdadero 'ochomil' que escalar y en la peor crisis de su trayectoria en el Sporting. Superado ya, su gol en Albacete le permitió superar al inolvidable Mate Bilic en la lista de goleadores históricos del Sporting, en la que ha ascendido hasta el puesto diecisiete. Los goleadores que tiene ahora más cercanos en estos once partidos del final de la Liga son Sánchez (63), Churruca (64) y Miguel Montes (64).
Después de volver a celebrar el domingo, el delantero buscará ante el Mirandés prolongar su estado de gracia y, sobre todo, volver a sumar un triunfo que puede ser capital para la permanencia en una jornada en la que la Ponferradina visitará Granada y antes de dos viajes durísimos: Burgos y Las Palmas.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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