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Un aficionado colocó una gran bandera del Sporting en el balcón de su vivienda, en Begoña.

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Un aficionado colocó una gran bandera del Sporting en el balcón de su vivienda, en Begoña. E. C.

Gijón vive una jornada en rojo y blanco

Los ciudad muestra su comunión con el equipo ante un día tan especial para el equipo

C. A. / J. A. G.

GIJÓN.

Lunes, 10 de junio 2024, 02:00

Nada más salir del portal de casa uno se daba cuenta de que ayer no era un día más en Gijón. Una camiseta rojiblanca cruza por la calle. Por la otra acera se acerca una familia con las equipaciones de distintas épocas. Da igual. En el parque, el rojiblanco se impone entre las preferencias de los niños cuando juegan sus partidos. Carricoches de niños decorados con bufandas y banderas en los escaparates de muchos establecimientos comerciales de la ciudad. Ayer no era un día más en la historia del Sporting.

En la montaña rusa de las emociones, ayer tocaba la ilusión y la esperanza y eso se reflejaba en los rostros de vecinos, amigos o extraños con los que uno mantiene un vínculo común: el amor a los colores. En algunas terrazas grupos enteros de amigos que se reúnen en torno a una botella de sidra con un solo tema en la cabeza: ganar al Espanyol.

Igual por inesperado, este regalo que el fútbol ha concedido al Sporting sabe especial para la parroquia rojiblanca, que ha sufrido más de la cuenta en las últimas temporadas y ahora ve una recompensa a tanto desvelo. Los niños son los primeros en reivindicar su sentimiento de pertenencia y la semana ha sido intensa con actividades de apoyo al equipo en muchos de los colegios de la ciudad.

Hasta el Artiem, donde estaban citados los futbolistas del Sporting a las dos de la tarde para concentrarse se acercó Adrián y Elisa con su madre Merche con la camiseta del Sporting para que se la firmara Rubén Yáñez. Este joven portero del Camocha, no solo se llevó la firma del guardameta rojiblanco sino también el autógrafo de casi toda la plantilla.

Pese a lo tardío del horario del partido de ayer, la ciudad vivió una larguísima jornada rojiblanca, como si el partido fuera a media tarde. El vermú del domingo ya fue mayoritariamente sportinguista. En los bares de la ruta de los vinos, en los del Carmen, así como en las sidrerías de El Llano y La Arena y en prácticamente todos los barrios de la ciudad era difícil no ver bufandas, banderas y camisetas del Sporting, de todas las épocas y modelos. Familias enteras ataviadas para vivir una jornada tan especial.

También en el parque de Isabel La Católica el rojiblanco predominó durante todo el día, donde numerosos gijoneses llevan a los más pequeños para disfrutar de los juegos y los animales. Así lo hicieron las familias Álvarez y Junquera Llanos, que accedieron a posar para este periódico.

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Según fueron transcurriendo las horas, desde todos los puntos de la ciudad la afición se fue acercando al entorno de El Molinón, donde algunos aprovecharon para pertrecharse de elementos con los que animar al equipo. Este fue el caso de Luis Pena, Elena Gamonal, Adrián Canga y Andrea González, que compraron una bandera que combina las del club gijonés con la de Asturias. Desde primera hora de la tarde, también llamó mucho la atención la presencia de un gran oso polar en la zona del aparcamiento del estadio. Ataviado con una bufanda del Sporting, una gran pajarita roja y la pegatina con el lema 'Nos va a salir bien' distribuida por el club, el oso era requerido por numerosos aficionados para hacerse una foto.

Dentro del disfraz José Raúl Oyos, un colombiano afincado en Gijón y gran seguidor del Sporting. Como explica su hija Erika Oyos que se ofrece a fotografiar a la gente, han querido aprovechar la trascendental cita para darse a conocer y promocionarse de cara a que les contraten para participar en actos y eventos.

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