Gerardo Ruiz: «Si pudiera elegir ahora, no hubiera denunciado al Sporting»
Gerardo Ruiz | Expreparador físico del Sporting ·
«Tuve la suerte de formar parte de una hazaña. Fue un honor que quedará siempre grabado en mi vida, cerebro y retina»Secciones
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Gerardo Ruiz | Expreparador físico del Sporting ·
«Tuve la suerte de formar parte de una hazaña. Fue un honor que quedará siempre grabado en mi vida, cerebro y retina»A. MENÉNDEZ
GIJÓN.
Lunes, 28 de diciembre 2020, 03:17
Es Navidad. Gerardo Ruiz, que fuera histórico preparador físico del Sporting durante varias temporadas, (Gijón, 1956) abre las puertas de su casa para EL COMERCIO. Se sienta en una mesa, dispuesta en el jardín. Hay café. Comienza una conversación que gira hacia el pasado ... y presente del club rojiblanco.
- ¿Ilusiona este Sporting?
-Sí. Me recuerda, en cierta manera, al del ascenso que conseguimos con el Pitu en 2015.
-¿Por volver a ver tanto 'guaje'?
-Es que aquí también hay una base de 8 o 10 'guajes' que vienen de Mareo. Son jóvenes que luchan como tigres por los colores. Y después hay extras de nivel: Djuka que mete los goles; o Babin... Siempre se dice eso de 'ha dado con la tecla'. No sé si David Gallego ha dado con la tecla. Pero sí veo a un equipo ordenado, y trabajado.
-¿Le recuerda al 'Pitu'?
-Hay una cosa muy importante que tienen ambos: sus equipos empiezan por atrás, a partir del orden. Una defensa ordenada es una condición indispensable para conseguir puntuar siempre. ¡Y nosotros fuimos los reyes de los puntos! Solo perdimos contra Valladolid y Betis. Y contra el Betis no merecimos ese resultado. Ahora solo está el Mallorca con dos derrotas, y van diecinueve partidos. Cada maestrillo tiene su librillo. Pero, claro, que Gallego está haciendo una gran labor... También creo que Javi Rico y Calleja lo está haciendo. A Calleja lo entrené en juveniles, lo conozco bien. Son gente de la casa. Conocen lo que hay en el club, que necesitan y van a apostar por una base de Mareo. La cantera cubre las emociones de la gente.
-No han perdido en El Molinón.
-Los rivales van a tener que sudar para ganar en El Molinón. Ves jugar a Javi Fuego... Está otra vez que lo vierte. Y acompañado de Pedro, y de Manu. Ese chico es el rey de las asistencias. Son fuertes en los áreas: tienen a Mariño; y a Djuka. Se le veía que iba a explotar. Ese es de los que me gustaban a como preparador físico para machacarlo hasta la muerte (risas).
-Este año el ritmo de los de arriba es frenético. Hay dos 'Ligas'.
-Veo a seis equipos que van a luchar por subir: Espanyol, Mallorca, Almería, Leganés, Sporting, y Rayo... Pero esta es una Liga de cuarenta y dos semanas. Es muy dura. Cuando subí con Preciado soñaba por las noches con los 'txuri urdines'. Es que perdías un día, un empate, y estaban encima. Hay un tema que va a ser importante. Lo dijo el presidente en la Asamblea: que no se vendan ahora en enero a los 'top'. Por cierto, me pareció una acción de gran mérito que el Consejo, director deportivo y jugadores rebajaran el sueldo para que no hubiera un ERTE. Los futbolistas gana mucho dinero. Pero hay empleados (fisios, cocineros...) mucha más gente en el club que no gana tanto. Me pareció un gran gesto, con un espíritu navideño.
-Aunque su salida terminara con un proceso judicial en el Tribunal Superior, no tiene malas palabras con los rectores,
-No. Lo tengo que decir con la boca muy grande. Siempre le estaré agradecido a Fernández y a su familia. Me dieron la oportunidad de entrenar al equipo de mi vida. De triunfar en el Sporting. Eso no se puede olvidar. Siempre que el Sporting lo ha necesitado en estos veinticinco años ahí ha estado Fernández para dar la cara. Digo esto porque es de bien nacidos ser agradecidos. Y por aquello de lo qué pasó con aquel juicio.
-¿Se arrepiente de haber llegado a un juicio por su despido?
- Me arrepiento de ir contra el club. Pero yo no iba contra el club... Era una cuestión de que nos dijeron -los abogados- que teníamos derecho a la antigüedad. Después el Tribunal Supremo dijo que no. Pues una vez conocido que no. Punto y final a este asunto.Ir contra el Sporting para mí no era plato de buen gusto, sino todo lo contrario. Yo pensaba que era una cuestión de derecho laboral; no iba contra nadie. Soy una persona de barrio, sencilla, noble. Amo y amaré siempre al Sporting, que es el equipo de mi ciudad. Y tuve la suertísima de formar parte de una hazaña. No jugué en el Sporting; no fui jugador porque era muy malo. Pero subí dos veces con el Sporting y me mantuve durante seis temporadas en Primera. Eso es un honor que me quedará siempre en mi vida, cerebro y retina.
-¿A día de hoy se habría ahorrado aquel proceso judicial?
-¿A día de hoy? Sí. Pero te quedabas con la interrogancia de si tenías o no razón. Si pudiera, a día de hoy, no habría pasado por aquello. No mereció la pena.
-¿Sigue teniendo recuerdos?
-Tengo un disco duro en la cabeza... Pep Guardiola en el Bayern de Munich decía «tengo que ponerle algunas carreras al final del entrenamiento, porque estos alemanes tienen la sensación de no haber entrenado sino». Yo me acuerdo de Sastre o Rivera. Era increíble verlos entrenar. Bauticé una carrera como 'Los suicidios de Rafel'. Eran carreras de potencia aeróbica (100, 200 y 300 metros). Y él, siempre, se llevaba una o dos de propina.
-Gerardo da un trago al café. Se inclina hacia uno y otro lado. Su cara se ilumina. Sigue hablando-
Y los goles de las Cuevas. ¡Eso fue lo máximo! Éramos el ratonin, que llegó al Bernabéu. Juan Pablo lo paró todo. Le pegaban los balones hasta en las 'reyes (risas)'. 0-1 y 'pa casa'. Y luego Mourinho nos dio la mano en el vestuario. ¡Con todo lo que había hablado en los medios!
-¿Echa de menos entrenar?
-Sí. Tenía padre y madre con 90 y 88 años, con muchos achaques. Preferí cuidar a mis padres. Lamentablemente murieron en 2020. Echo de menos el entrenamiento y estaría dispuesto a volver. Echo de menos el vestuario, bromas, la salsa de los partidos.
-¿Tiene que volver el Pitu?
-Más pronto que tarde... Es joven. Triunfó en todo. Pitu tiene las ideas claras. Hizo una virguería que no sale tan fácil. Es que es muy difícil esto del fútbol. A mí me hace gracia cuando se dice «vaya milagro que hicisteis». Pero... ¿qué va a ser eso un milagro? Eso fue un mérito increíble. Cuarenta y dos jornadas y dos derrotas. No hubo milagro, ni se apareció la Virgen de Covadonga. Recuerdo ese año que el Girona protestaba. ¿Qué protestaba Machín? Estaban celebrando el ascenso antes de jugar contra el Lugo. ¡Craso error!
-Usted puso en forma a Jony.
-Abelardo me dijo después de un Avilés- Sporting B. «Si fichamos a este, ¿crees que lo podrás poner en forma?» Jony estaba tirando a gordo. Era su último tren. Le dije «Jony estás a la puerta del paraíso». Estaba ganando 600 euros en el Avilés. Cogió el último tren. Pero se agarró con fuerza a él. Debajo de esa pequeña capa de grasa había unas condiciones increíbles de resistencia, velocidad. Subía la banda como un 'Sputnik'.
-¿Qué entrenadores le marcaron?
-La primera vez que ganamos un título a nivel nacional en el 2000, con el Cadete A con Pole. En 2004 con Alejandro (Menéndez) fuimos campeones de España de División de Honor. Tuve a Pepe Acebal, Eloy Olaya. Pero tuve a Marcelino García Toral y al Pitu. Fueron los mejores. Preciado tenía carisma, percha. Le caía bien hasta los suplentes. Era puro carisma. Marcelino lo analizaba todo. Lo planifica todo. La táctica... Era un perfeccionista increíble. Y después estaba el Pitu, con Iñaki, su segundo. Pitu era un tipo serio. Entrenaba con mucho conocimiento. Era siempre muy claro. Tengo que darle las gracias de estar con él.
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