Gaspar marca la diferencia (1-0)

El Sporting salió al campo lanzado. Desde el inicio, a por el partido. Gallego alineó por primera vez a Christian Rivera. Jugó de mano en el centro del campo y acompañado de Nacho. Le costó algo entrar en juego al gijonés, aún falto de ritmo. Como estaba previsto, disputó cuarenta minutos antes de ser reemplazado por Pelayo Pérez, un talento que viene pisando fuerte y que es la gran revelación del verano. No estaba prevista su inclusión entre los alistados para la pretemporada. Pero se ha ganado a pulso seguir. Ayer, en apenas veinte minutos, demostró que tiene el fútbol en la cabeza. Hay jugador.

A pesar de su sonoro comienzo, no era fácil encontrar una grieta en el sistema defensivo del equipo dirigido por Jon Bolo y Pablo Lago, de vuelta a Mareo tras su salida. Apretaban los rojiblancos por el costado diestro. Aitor y Bogdan generaban mucho peligro. De las carreras del andaluz, muy veloz, surgieron las situaciones más claras de gol para el Sporting. Pero una fantástica anticipación de Amo a Pablo Pérez negó el gol del capitán cuando éste ya se relamía.

Gaspar después tuvo otra. Y antes pudo marcar la 'Ponfe'. El remate del siempre peligroso José Naranjo, tras regatear a Babin, se fue ligeramente desviado. La zaga rojiblanca, en cualquier caso, se impuso siempre a los atacantes bercianos. Hasta que llegó la controvertida expulsión de Yuri. El mitico delantero de la Ponferradina se retiró antes de tiempo. «No nos pueden hacer esto en un amistoso», se escuchaba desde la caseta visitante. Protestó Yuri con vehemencia un posible penalti. La acción estaba anulada por fuera de juego. El colegiado Fernández Buergo interpretó que el delantero se excedió y que le profirió un insulto, versión que después el propio futbolista negaba a los cuatro vientos en las vaciadas instalaciones. «No dije nada», se lamentaba. Babin acudió a su rescate. «No lo expulses que es un amistoso», pedía desde el improvisado banquillo local José Gragera. Otro aliado. Yuri, en cualquier caso, terminó en la ducha antes de tiempo.

No se borró del partido la Ponferradina. Pero ya era otra cosa. Porque el Sporting no sentía el miedo del ariete brasileño a las espaldas de Babin y Valiente. Y los rojiblancos estaban liberados. Gaspar, el más peligroso, pudo marcar nada más comenzar la segunda parte. Amir se inventó una parada prodigiosa. Hasta que Pedro filtró un balón que Gaspar recibió, levantó la cabeza y con un toque sutil marcó el 1-0 definitivo. La Ponferradina no incómodo en exceso. Lo intentó, pero sin su referencia eran fuegos artificiales. No había sensación de peligro. El Sporting aguantó. Luchó cada balón como si le fuese en ello aguantar los tres puntos. El botín no era nada menor, porque la plantilla se juega estos días ganarse un puesto en el estreno ante el Burgos. En los últimos minutos hubo alguna pista. Por ejemplo, Berrocal y Babin de centrales. Gragera y Pedro en el centro del campo. O Campuzano de '10', justo por detrás de Djuka.