Javi Rico y David Gallego, ayer, escenificaron una buena relación tras lo sucedido el viernes. ARNALDO GARCÍA

Gallego: «Pido disculpas por lo sucedido tras el partido del Huesca, somos una familia»

Admite que hizo «un comentario» a Javier Martínez y da su versión: «Rico creía que podía ir a más, me quiso llevar a otra cosa y eso dio a entender algo grave»

Miércoles, 15 de diciembre 2021, 02:10

«Lo que se ha dicho de que hubo agarrones e insultos, no lo he hecho en mi vida. Ni de pequeño me he peleado, mis valores están por encima. Se ha distorsionado un poco lo que pasó, pero ya se arregló. Somos una familia». ... David Gallego no quiso ayer pasar de largo sobre el incidente del viernes, tras el empate ante el Huesca, en el túnel de vestuarios. Pero bajó decibelios a lo ocurrido. El técnico se disculpó por la escena inicial que protagonizó con Javier Martínez y rebajó la gravedad del volcánico conflicto posterior que tuvo con Javi Rico, este pasado de revoluciones. Gallego asumió como suya la responsabilidad de todo, pero con un relato más 'light' del de algunos de los presentes.

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Antes del partido de esta noche en la Copa contra el Alcorcón (El Molinón, 20 horas), Gallego hizo una recapitulación de la situación. Reconoció la reunión que mantuvo en mitad de la semana pasada con el vicepresidente, Javier Martínez, y el propio director deportivo. En principio, este habría sido un encuentro para limar asperezas entre los dos, desveladas por EL COMERCIO, pero Gallego lo vinculó a un análisis colectivo de la marcha del equipo. De esa cita, en todo caso, el técnico extrajo la conclusión de que si el equipo ofrecía un cambio de imagen y obtenía un resultado positivo, continuaría. «Interpreté esa reunión de otra manera e hice (el viernes al terminar el partido) un comentario sin más que desencadenó en una historia que dista mucho de la realidad», defendió, quitando hierro a lo sucedido.

El famoso comentario efectuado al vicepresidente, al que pidió avisar poco después del final del partido, habría sido una petición para saber de primera mano si continuaba en el Sporting o no con el empate. El técnico, nervioso tras una semana muy difícil en lo personal y profesional, trasladó la consulta al directivo con cierta vehemencia en una escena seguida por varios testigos. Pero -aseguró él ayer- sin «empujones ni nada». Estos gestos sí los apreciaron algunos de los presentes en la reacción del director deportivo para reprender al técnico. Ayer, Gallego quiso salvaguardar la imagen de Javi Rico, al que el presidente Javier Fernández citó a la mañana siguiente en Mareo, junto al entrenador, para explicar lo sucedido. «Rico pensaba que podía ir a más la conversación (con Javier Martínez) y me quiso llevar a otra cosa, y de ahí el entendimiento de que estaba pasando algo más grave, pero hizo su trabajo. Luego tuve una conversación con él y me dijo que no era ni el momento ni el sitio adecuado para hablar con el vicepresidente», relató el técnico. Testigos presenciales hablan de dos encontronazos de alto voltaje entre Gallego y Rico el viernes por la noche: antes y después de la rueda de prensa. Incluso en una habitación cercana a los vestuarios.

De vuelta al principio, Gallego insistió en el motivo del inicio del conflicto y en su responsabilidad. «Tuvimos un intercambio de opiniones y todo de forma muy cordial y educada, y es de lo que me puedo arrepentir. No era ni el sitio ni el momento. Pido disculpas a la afición y al sportinguismo porque se ha dado una imagen que no es merecedora de lo que somos», declaró, asegurando que «con Javier Martínez es con el consejero que tengo más relación y afinidad». También consideró que «estas son cosas que ocurren en cualquier empresa, grupo humano o familia».

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Reunión con el presidente

Más adelante desglosó la reunión a la mañana siguiente con el presidente Javier Fernández, que no estaba el viernes en El Molinón, pero que pidió explicaciones sobre lo sucedido al propio Gallego y a Rico: «Quería saber qué había pasado exactamente. Una cosa que haría cualquier familia cuando tiene un encontronazo, que no fue ni encontronazo, sino una diferencia de opiniones. El padre une a los dos hijos para preguntarles qué ha pasado y se comenta». Pero, enfatizó en todo momento, «David Gallego no es una persona que falte el respeto ni vaya amenazando a nadie».

Más parco en palabras fue con respecto a su futuro, una respuesta que vinculó al balón, pese a que se confesó «respaldado» por el club. «Es evidente. Llevamos de diez partidos tres empates y sigo entrenando. Mayor respaldo que ese no lo hay», declaró. A renglón seguido tocó otros temas, como la vuelta de Campuzano -«enero puede ser un momento cercano a su reaparición», dijo- o el mercado de enero: «Este es un club que, si puede, hará lo imposible por incorporar a gente».

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