Gallego estrena zaga para frenar la sangría

La rotura fibrilar en el muslo izquierdo sufrida ante el Fuenlabrada por Babin, que acumulaba todos los minutos en el presente campeonato liguero, obliga a los gijoneses a estrenar retaguardia frente al cuarto equipo con más facilidad para el gol de la categoría. Los tres conjuntos que lideran esa faceta, Almería, Eibar y Valladolid, encontraron las fisuras en un muro de contención rojiblanco que se ha agrietado con el avance de las jornadas. Con Djuka de vuelta, pero sin Villalba, distinguido ayer por la afición como el mejor jugador del mes del equipo por tercera ocasión consecutiva, se cuida con mimo a Marc Valiente.

El central catalán, que ayer se ejercitó al margen del grupo por segundo día consecutivo, apura los plazos con trabajo en el gimnasio para estar a disposición de David Gallego en tierras canarias. Con apenas un par de sesiones por delante, su evolución marca la incertidumbre ligada al eje de la zaga, la base para afinar la fórmula que permita recupera la esencia que sustentó la candidatura a una plaza del 'play off' de ascenso el pasado curso.

El mantra ha calado hondo en el vestuario, consciente de que necesita cerrarle a su adversario los caminos a las inmediaciones de Mariño para salir de su espiral de resultados adversos. La meta custodiada por el gallego ha sido batida en los ocho últimos encuentros, con trece goles lamentados. Con la necesidad de recuperar la contundencia en el remate que logró en los primeros pasos de su trayecto en el actual campeonato liguero, Gallego, que ayer mantuvo en la dinámica del primer equipo a los canteranos Jordi Pola y Somolinos, tendrá que acabar con los titubeos atrás con una pareja inédita.

«Estamos día a día entrenando y aunque no hayamos competido juntos mucho al final nos comunicamos a diario, compartimos defensa en diferentes tareas de los entrenamientos y seguro que va a ir bien con quien sea», sostiene Berrocal, titular en las dos últimas jornadas ligueras. También formó de inicio en la eliminatoria de la Copa del Rey del pasado martes, en la que hizo tándem con Borja López por primera vez en un choque de competición oficial.

El jerezano, acostumbrado a desenvolverse en el perfil zurdo de la zaga desde su etapa juvenil, reconoció ayer las ventajas de poder jugar orientado hacia su pierna dominante como ante el Ceares, cuando su socio fue un defensor zurdo como Borja López. El estreno del gijonés este curso se demoró hasta la decimoséptima jornada en El Toralín, donde Gallego apostó por primera vez de inicio por un dibujo táctico de tres centrales que hizo aguas ante la Ponferradina. Ahora se le abre una puerta a la titularidad en Gran Canaria en un contexto menos experimental para frenar el potencial ofensivo de Las Palmas, mermado por las bajas de Peñaranda y Pejiño y con dudas también atrás por los nueve goles recibidos en sus tres últimos encuentros ligueros. Con el propósito de enmienda subrayado atrás, acelera en el ensamblaje.