Gallego también hace equipo fuera del vestuario

La evolución y ampliación de estos grupos ha sido notable en el fútbol de la última década. Incluso en los últimos cinco años. Por contextualizar, el último equipo que tenía Abelardo a sus órdenes estaba formado por Iñaki Tejada, Gerardo Ruiz, Isidro Fernández y Marco Canal. En Mareo establecen el salto con la entrada en escena de Rubén Baraja, que llegó al Sporting en diciembre de 2018. Hizo más específicas algunas tareas técnicas y, junto a la dirección deportiva, pilotó una modernización en el seguimiento de los rivales e, incluso, en el análisis individual del rendimiento de sus propios jugadores. También puso el foco -ya fuera de los aspectos técnicos- en la vigilancia de la nutrición, que lleva desde hace años Beatriz Manchón.

La llegada del triunvirato Rico-Calleja-Gallego ha seguido caminando hacia ese control estricto y más especializado. Y lo ha hecho hasta el punto de que este año se cuenta con un analista de rendimiento, Carlos Hernández, encargado de dar sentido a toda esa avalancha de datos extraídos de la tecnología GPS: kilómetros recorridos por los jugadores, esfuerzos realizados, esprines... Este joven preparador físico, originario de Candás, ya había realizado algún trabajo puntual el curso pasado, pero esta temporada se ha asentado con Gallego.

Pero el liderazgo de la preparación, incluido el estudio de esos datos, corre a cargo de Eduardo Domínguez, un profesional muy valorado en Mareo y con una respetada trayectoria en el fútbol. De trato cercano, muy implicado en la preparación de los equipos de base, parte del éxito de este Sporting radica en el notable punto de forma en el que se encuentran los jugadores, que no han experimentado bajones como colectivo. También aprecian en Mareo que bajo su batuta se han reducido las lesiones musculares. Salvo algún caso, como sucedió con Nacho y Manu, no están siendo habituales. Ha dado una marcha más a la preparación y las previas de los partidos.

Además de en Domínguez, Gallego se apoya mucho en su día a día en Toni Clavero, su asesor principal y la voz de muchos entrenamientos. Los dos están juntos desde la base del Espanyol. El sevillano José Antonio Gordillo, mientras, conoce el fútbol desde casi todas las perspectivas. Fue uno de los últimos fichajes de los técnicos, llegando como asistente. Un complemento para Gallego y Clavero. El ovetense Marcos García, por su parte, es el máximo responsable de la edición de vídeos sobre los rivales y los propios jugadores de la plantilla, además de ejercer de los ojos de Gallego en las alturas. El club ha incluido también este año dentro del cuerpo técnico a Roberto Montes, readaptador del primer equipo desde la etapa de Rubén Baraja.