El preparador físico, Eduardo Domínguez, da instrucciones a Pedro Díaz, de vuelta al grupo tras su aislamiento preventivo. JOSÉ SIMAL
Sporting

Una fortaleza rojiblanca que defender

Invicto en El Molinón en sus 16 primeros duelos, Gallego pule los detalles para el séptimo estreno triunfal como local del Sporting en nueve años

IVÁN ÁLVAREZ

GIJÓN.

Jueves, 12 de agosto 2021, 01:27

Anticipado el goteo de llegadas respecto al verano anterior, con cinco caras nuevas que por los ritmos del mercado y su diferente grado de preparación no podrán optar en su totalidad a tener plaza en la primera alineación oficial de la temporada, David Gallego lima ... los detalles para el estreno liguero del domingo (17 horas) ante el Burgos. En su segunda campaña a las riendas del Sporting, el entrenador catalán volverá a abrir la temporada en El Molinón, pero por primera vez lo hará con el bullicio que rodea al aliento de miles de sportinguistas desde la grada, ilusionados por quitarse el regusto amargo del varapalo de la última jornada en el reencuentro con el equipo.

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Afina la puesta en escena el preparador sportinguista con nuevos matices que pidió incorporar a su orquesta este verano y ha añadido a su partitura para la puesta en escena. En busca de un buen inicio que ahuyente cualquier atisbo de música de viento entre los más impacientes de la grada, pretende el Sporting poner el primer ladrillo para edificar una candidatura al ascenso que le permita escalar un peldaño más y no quedarse con la miel en los labios. De reencuentro con su afición, que en los dos últimos partidos disputados con público a orillas del Piles tuvo que lamentar sendas derrotas, ambiciona el entrenador de Suria una secuencia triunfal que siga la estela de su primer año en el banquillo local del estadio gijonés, inabordable durante toda la primera mitad de campeonato.

El Sporting se instaló en la parte alta de la tabla clasificatoria avalado por esa regularidad como anfitrión. El primer traspié se hizo esperar hasta el mes de abril, cuando dio su brazo a torcer ante un diezmado Mirandés que le despojó de la etiqueta de invicto como anfitrión y minó la confianza paulatina que fue adquiriendo en su feudo desde que descorchó la temporada con victoria tras ponerse el mono de faena para tumbar al Logroñés con una postrera diana de Djuka.

Eficaz en los estrenos, el Sporting ha comenzado con tres puntos en el primer encuentro como local de la temporada en seis de los ocho últimos campeonatos. Hasta en las campañas con los desenlaces más duros como el del último descenso a Segunda, sacó rédito en la puesta de largo y le brindó una victoria a su afición.

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Un ataque mermado

Para el desprecinto de la temporada el domingo en el municipal gijonés, Gallego mantendrá la columna vertebral de la pasada campaña. Con Mariño un año más como guardián, a tenor de lo probado, Kravets, que todavía no ha alcanzado la plenitud física, parte con ligera ventaja en el carril zurdo y Berrocal asoma la cabeza para disolver de inicio la veterana sociedad entre Babin y Marc Valiente. Con Gragera asentado como ancla, Pedro Díaz se postula para acompañarle en un rol también desempeñado por Nacho Méndez en una puesta a punto en la que Villalba, recién aterrizado, ya dejó destellos de su clase en la línea de mediapuntas, con Aitor García y Gaspar orillados a los costados. Sin Berto por el esguince de tobillo y con Campuzano entre algodones, Pablo Pérez es la única alternativa a Djuka, que pese a la incertidumbre sobre su futuro volverá a ser el gladiador del gol para intentar mantener la fortaleza rojiblanca desde el inicio.

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