Sanabria, rodeado de valencianistas, el doce de septiembre de 2015, en El Molinón. E. C.
EL RETROVISOR

Fichajes con ingenio

Mascarell, Halilovic y Sanabria llegaron cedidos en el verano de 2015, con las fichas a cargos de sus clubes y con el Sporting fiscalizado por LaLiga

Manuel Rosety

Gijón

Sábado, 11 de mayo 2024, 02:00

El verano de 2015 fue especial para el Sporting. El ascenso evitó una situación caótica por las deudas arrastradas. En la entidad gijonesa llegó a valorarse un posible descenso administrativo si no se hubiera logrado el regreso a Primera. El club rojiblanco no había podido ... fichar en el ejercicio anterior, en el que sólo se integraron Carlos Castro, Juan Muñiz, Ndi, Rachid y, en el último tramo, Meré. Todos del filial.

Publicidad

Para afrontar la temporada en Primera, el Sporting estaba sancionado por sus deudas con la plantilla. LaLiga le había exigido el pago de 300.000 euros antes del 30 de marzo. Al no hacerlo, se mantuvo la sanción una temporada más. Las gestiones de Javier Fernández con Javier Tebas dieron un buen resultado, con una excepción admitida. Al Sporting se le permitía fichar tres jugadores, pero sin ningún coste.

La primera gestión fue de Nico Rodríguez, nuevo director deportivo, con el Real Madrid, a través del agente Ginés Carvajal, representante del centrocampista Omar Mascarell. Aquí surgieron las primeras diferencias entre el director deportivo y Abelardo, quien insistió en la necesidad de fichar antes dos delanteros y un defensa central. El tinerfeño era un mediocampista que en un momento determinado podía adaptarse al centro de la zaga.

Aunque le negociación con el canterano madridista estaba perfilada en la segunda quincena de julio, la operación tuvo que esperar al tres de agosto, porque tuvo que pasar un filtro en LaLiga, que estuvo a punto e rechazarla. El Real Madrid imponía una compensación de 200.000 euros si el Sporting lograba la permanencia. Según el acuerdo, la ficha del futbolista cedido la abonaba íntegramente el club 'merengue', que tenía como contrapartida que el jugador iba a foguearse en Primera. Lo único permitido fue que el Sporting se reservara una opción de compra que no pudo ejercer por cuestiones de dinero.

Publicidad

El segundo de la lista era Halilovic. Fue una gestión personal entre Abelardo y Luis Enrique. El entrenador del Barça no contaba con el croata. Lo veía inmaduro para el primer equipo y no quería que se acomodara otro año en el filial.

La operación parecía encauzada con un principio de acuerdo, después de que Halilovic descartara el Everton y el West Ham, pese a que le atraía jugar en la Premier. La amenaza fue el Hamburgo, que entró a última hora. Sin embargo, una conversación de Luis Enrique con el atacante croata, más otra de Abelardo, terminaron por convencerlo. Las condiciones eran las mismas que en el caso de Mascarell, con la totalidad de la ficha a cargo del Barcelona. El beneficio del club azulgrana era que el jugador se fogueara en el Sporting. Era una especie de prueba.

Publicidad

Además, la amistad personal entre los dos técnicos le daba al barcelonista una información de primera mano. El tres de agosto estaba la operación perfilada, pero se confirmaría el día 21, después de preceptivo permiso de LaLiga. Aunque el Hamburgo tenía virtualmente amarrado al croata, la imposición del Barcelona para jugar un número mínimo de partidos rompió el acuerdo y facilitó su viaje a Gijón.

La tercera alternativa fue el paraguayo Sanabria, formado en la base del Barcelona, cedido al Sassuolo italiano y fichado por el Roma. Fue clave un soplo de Robert Fernández, director deportivo del Barcelona, a Raúl Lozano, secretario técnico del Sporting, quien fue jugador suyo en el Orihuela. El delantero sudamericano, a sus 19 años, tenía poco recorrido, pero tenía unas condiciones interesantes. El Roma se sumó a las condiciones de LaLiga, con el pago de la ficha, salvo 129.000 euros correspondientes al salario mínimo. Era lo único que podía pagar el club gijonés. Sanabria pasó el reconocimiento médico el doce de agosto en Gijón.

Publicidad

Al Sporting le vinieron bien los refuerzos para lograr una permanencia agónica en el último partido. Mascarell jugó 28 partidos, Sanabria disputó 30, en los que marcó once goles, y Halilovic intervino en 37 encuentros, con cinco tantos anotados. Tras concluir las cesiones al Sporting, el Real Madrid traspasó a Mascarell al Eintracht de Frankfurt, el Barcelona vendió a Halilovic al Hamburgo por cinco millones de euros y la Roma transfirió a Sanabria al Betis por ocho millones de euros. Al final, todos contentos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad