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Roberto González, 'Pepín', Jorge Castro, María del Carmen Uría y Mari Nieves. A. G.
La otra familia de Quini

La otra familia de Quini

Amistad. Un puñado de amigos, para los que 'El Brujo' era «como un segundo padre», formaban su círculo íntimo

ALEJANDRO FORCELLEDO

Lunes, 27 de febrero 2023, 01:51

Es difícil encontrar a una persona en Gijón que no tenga una historia personal con Quini. Ya sea algún encuentro, alguna anécdota con 'El Brujo', un recuerdo de un gol o de un partido... Quienes, sin embargo, lo tienen más complicado para quedarse con solo un momento que contar son aquellos que vivieron junto a él toda la vida. Sus amigos. Su círculo más íntimo y alejado del fútbol.

Quini tenía tanta personalidad que, cuando le faltó su padrino, él mismo decidió quién recogería esa batuta. La responsabilidad recayó en Roberto González Díaz. 'Pepín', como lo llamaba 'El Brujo', regenta desde hace muchos años un restaurante en Serín junto con su mujer, María del Carmen Uría. En el 'Romari', como se llama el establecimiento, se juntaron en innumerables ocasiones para cenar varias parejas que terminaron por entablar una estrecha amistad. Quini acudía con su mujer Mari Nieves y allí, entre camisetas de Stoichkov y cuadros del Sporting y el Barcelona, pasaban el tiempo.

«Había que tener un cuidado tremendo con 'El Brujo'. No respetaba a nadie a la hora de hacer bromas. Recuerdo un día que le cambió a Casaus unos puros y este casi lo mata», cuenta Roberto. Gracias a Quini muchos conocieron más allá del Pajares. «Fuimos a ver finales de Copa del Rey, pero no solo cuando él jugaba. También cuando iba para la televisión o la radio catalana le acompañábamos. Estuvimos en homenajes por media España porque él iba a todo lo que le llamaban. Fuimos, por ejemplo, a Santander para estar con Gento. Incluso algún árbitro también le invitó a su despedida... Es que Quini era una 'super persona'», afirma el hostelero.

La amistad de Roberto y Quini se fraguó en la caza, una afición de 'El Brujo' poco conocida, pero que el exrojiblanco practicaba. «Siempre caza menor, perdices y poco más, pero le encantaba», hace hincapié María del Carmen.

Otra de las parejas que solía acompañar a Quini es la formada por Javier Piñera y Celsi Magdalena. «Recuerdo un día en Canarias que se montó una muy gorda, casi de histeria, pasamos vergüenza y todo. Salimos de un hotel a tomar un café y la gente empezó a decir 'mira, es Quini, es Quini' y de repente se levantó todo el mundo y empezó a aplaudirle y a hacer la ola. Quini no sabía qué hacer y los trabajadores del hotel nos dijeron que nunca habían visto algo igual. Fue impresionante», afirma Piñera.

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Todos ellos echan en falta la compañía de Quini, una persona que precisamente destacaba por no dejarlos solos ni en los peores momentos. Mari Carmen Llorca sufrió un accidente que la mantuvo 36 días ingresada en el hospital y todos y cada uno de ellos 'El Brujo' fue a verla. «Conocí a Quini en 1969 y puedo decir que hubo tres 'Quinis': el de siempre, que pocos conocemos, el del secuestro y el de la enfermedad, pero todos ellos guardan el mismo encanto y la misma gran persona que era. No habrá otro igual», dice Llorca, abonada del Sporting y quien guarda con mucho cariño todas las entradas que 'El Brujo' le regaló.

'Cifu' es otro de los amigos que 'El Brujo' hizo casi por casualidad. Ambos se convirtieron en incondicionales. «Yo subía a Mareo a buscar a Avelino porque éramos muy amigos y me quedaba embobado viendo a Quini rematar unos centros que le ponía Redondo. Era 1995. Un día no teníamos coche para bajar y me dijo Avelino: 'Nos baja Quini'. Me puse hasta nervioso. En casa no me creían», explica. «A partir de aquel día seguimos coincidiendo y luego ya nos hicimos amigos. Para mí es un honor considerarnos familia. El día que falleció mi padre, y me respingo al recordarlo, se me acercó 'El Brujo' y me dijo 'Cifu, no perdiste un padre, acabas de ganar uno'».

«Una gozada»

Alberto Porrúa es una de esas caras familiares de Mareo. Desde años es el enlace entre el Sporting y la casa que patrocina con sus coches a la plantilla del Sporting. «Tengo infinidad de recuerdos con 'El Brujo' desde el primer día. Tratar con él era una gozada», señala 'Porru'.

Quini tenía grandes amigos fuera del fútbol y dejó un hueco inmenso complicado de llenar. Ahora, cada foto, cada anécdota y cada recuerdo traen a la memoria de todos estos incondicionales las mil y una caras del ídolo rojiblanco.

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