El entrenador apuesta por el sistema de los tres centrales con el que reforzó al filial

Para cortar una mala dinámica en el comienzo de su última temporada con el segundo equipo, en la que había arrancado con solo 7 puntos de 21, José Alberto recurrió al sistema de los tres centrales en Estella, donde el Sporting B ganó por 0-2 al Izarra y comenzó a estirar el cuello en la tabla. Aquel día forró atrás con Villalón, Zalaya y Pelayo, escoltados por Bogdan y Carlos Cordero.

La reflexión interna es positiva con el cambio de sistema, salvo por la accidentada segunda mitad contra el Tenerife, aunque el técnico busca medidas para llegar más en ataque. Una de las soluciones el sábado fue reciclar a Álvaro Traver como carrilero. El valenciano tuvo un buen comienzo, pero se apagó con el desgaste del partido. También tiene el técnico una tarea pendiente con la búsqueda de un mejor enganche para Manu García en este nuevo sistema. Tanto contra el Tenerife, como ante el Mirandés, actuó casi como un mediapunta, pero con libertad de movimientos para incorporarse al ataque. No tuvo, eso sí, la relevancia de otros partidos. Las condiciones del césped de Anduva le limitaron mucho.

En líneas generales, el Sporting ha conseguido reducir de forma notable las ocasiones del bando rival, enmarañado con tanto futbolista rojiblanco por la zona interior. El Mirandés solo consiguió rematar el sábado una vez entre los tres palos, mientras que el Oviedo lo hizo en el Tartiere en un par de ocasiones hace quince días, con esa excepción del Tenerife, que rompió el partido por una mayor superioridad numérica en la segunda mitad. Ahora, con una necesidad acuciante de triunfos, el problema sigue en el otro lado del campo, donde el Sporting cojea.