«Entiendo la inquietud, también la tengo, pero noto un apoyo total»

«Entiendo la inquietud, también la tengo por la situación y la dinámica que lleva el equipo, pero es que mi relación con el consejo, el presidente y la dirección deportiva es la misma que hace ocho semanas», argumentó sobre el nexo con la cúpula del club el técnico rojiblanco, que precisó que nota «un apoyo total». Sin ocultar una necesidad creciente de que el conjunto gijonés finiquite una crisis de resultados que en las últimas semanas ha estado acompañada de deterioro en el juego, asume que «el equipo tiene que volver a ser fiable», algo que considera que no ha conseguido las tres últimas jornadas.

«Evidentemente que estamos preocupados por la situación y nos ocupamos en darle la vuelta», señaló el técnico catalán, que volvió a incidir en la importancia de un triunfo cambiar el rumbo. «Una victoria nos va a dar la vida», proclamó antes de definirse como «un apasionado» de su trabajo, en el que se incluye también la gestión de rachas tan delicadas como la actual. Una espiral de resultados agravada por el mal juego de las últimas semanas que propició que el director deportivo, Javi Rico, le respaldase públicamente el miércoles.

«Ha sido una cosa más a nivel exterior que interior, porque para mí no ha cambiado nada», aseveró el de Suria, que reiteró que siempre sintió esa confianza y se mostró agradecido por el gesto durante su rueda de prensa telemática desde Mareo. Encogido de hombros cuando fue cuestionado por el riesgo de que el partido de esta tarde sea el último en el que esté al frente del Sporting, señaló que está viviendo «una semana más, con unos condicionantes diferentes por la derrota y cómo fue». Afanado en restarle trascendencia al momento que vive a nivel individual, subrayó que «lo único» en lo que piensa es en que «los jugadores vuelvan a sentirse poderosos tanto en el juego como a nivel emocional».

«Optimista por naturaleza», eludió valorar los posibles efectos de un revés ante el Fuenlabrada que acentuaría la caída clasificatoria. «No pienso en la derrota. No preparo ningún partido pensando que voy a perderlo y en qué pasará si lo pierdo. No me cabe en la cabeza», aseveró. Consciente de que el conjunto rojiblanco en las tres últimas jornadas «no ha estado a su nivel», destacó que necesitan recuperar esa versión previa. «Veo a un equipo con muchísima ilusión. Muy seguro de sí mismo, teniendo muy claro lo que nos estamos jugando, el plan de partido, el rival que nos vamos a encontrar y los diferentes escenarios», expuso.

Evasivo a la hora de indicar si volverá al dibujo táctico de cabecera tras cambiar en Ponferrada a una zaga de tres centrales, indicó que Djuka está teniendo «pocos síntomas» y realiza trabajo en casa dirigido por el cuerpo técnico sportinguista. Espera, en ese sentido, que se restablezca lo mejor y lo antes posible. «Lo necesitamos», reconoció el catalán, que ante la opción de incorporar a un delantero en el mercado invernal reconoció que cuanto antes esté mejor, pero priorizó el perfil a los tiempos de llegada.

Entre elogios a la afición, se mostró convencido de que los jugadores contarán con el apoyo de la grada. «Cuando las cosas van bien El Molinón aprieta mucho, pero cuando van mal sé que también ayuda mucho», expuso antes de un duelo entre dos equipos apremiados por la necesidad de reconciliarse con la victoria. «Es importante que ante cualquier adversidad, aunque sea pequeña, el equipo emocionalmente se mantenga estable. Esa va a ser la clave», concluyó.