La eclosión de Villa en Mareo

Cuando un futbolista triunfa suelen ser numerosos los técnicos que se apuntan su descubrimiento. En el caso de David Villa, el primero que dio la voz de alarma fue José Ramón García Zabala. El ex guardameta langreano era el técnico de Mareo en la zona del Nalón.

A Villa lo había descartado el Oviedo, en una prueba a la que fue sometido cuando era alevín. Su padre, José Manuel Villa 'Mel', veía a su hijo futbolista por lo que intentó que probara en los filiales oviedistas. Le tiraba más el azul. Luego cambió de color. Desde los primeros pasos del 'guaje', en el fútbol de pista en Carbayín, siempre estuvo a su lado y cuando el trabajo se lo permitía lo llevaba en su coche a los entrenamientos.

El Sporting tenía una red de ojeadores por sectores en Asturias. La comarca de Langreo era fructífera. En principio, el Sporting quería a Andrés, pero Zabala insistió en el fichaje de Villa. Estaban en su primer año de juvenil. José Fernández 'el Negro', principal ojeador de Mareo, corroboró el consejo del técnico langreano en un partido que lo observó. Incluso advirtió a los técnicos de Ganzábal que iba a llevarse al 'guaje' para Mareo. También veía sus partidos Acebal, quien inicialmente era más partidario de Andrés. Ambos ficharon a la vez. Se desplazaban en un taxi que tenía concertado el Sporting. Era el verano de 1999.

Fueron dos de las novedades del Sporting juvenil que entrenaba Florín, más otras tres incorporaciones locales que no salieron. En su primer año de rojiblanco, Villa anotó catorce goles, una cifra inferior a la suya habitual. En anteriores campañas superaba los veinte y en alguna ocasión marcó más de treinta.

En el Sporting B, recién acabada la edad juvenil, anotó catorce goles. Fue un obstáculo el fichaje del brasileño Adauto da Silva. Le cerró el paso. Cantatore se fue en enero de 2001. Su sustituto, Acebal, hizo debutar en las últimas jornadas a Pablo Álvarez, Cuartero y Villa. El 'guaje' jugó la última media hora de la temporada.

El ascenso de Acebal provocó que el brasileño Da Silva se fuera del Sporting. Tampoco se consolidó la cesión del delantero Zaccanti, que venía de un desconocido club italiano de Tercera, para una prueba que no superó. Algo similar a la planificación actual. Se aceptó la cesión de Iván Peñaranda, delantero barcelonés del Milan B, que jugó nueve partidos en el filial, para seguir una exótica trayectoria en países y equipos sin relevancia.

La integración de Villa al primer equipo no fue inmediata. En el inicio de la temporada 2001-2002 tuvo un papel secundario. Con una participación testimonial en las tres primeras jornadas, fue titular sustituido en la cuarta y pasó al filial en la quinta. La sexta jornada fue importante. Una derrota en Murcia revolucionó las ideas de Acebal. Se cargó en el descanso a Lediakhov y Míchel Carrilero para dar paso al 'guaje' y a Soto. Después entraría Raúl Lozano en juego, con quien formaría el dúo atacante desde la siguiente jornada. Con ellos, el Sporting ganó al Atlético de Madrid. El siguiente compromiso fue en la Copa, contra el Oviedo. Los dos primeros goles del 'guaje' con el primer equipo ayudaron a pasar la eliminatoria. Desde entonces fue siempre titular, salvo algún caso puntual por problemas físicos.

En el verano de 2003 protagonizó la solución a los graves problemas del Sporting, sin que resultara viable el llamado 'crédito Villa', siendo traspasado al Zaragoza, con episodios tensos de una operación que gestionó José Luis Tamargo, representante del jugador, quien impuso su intermediación después de que hubieran perfilado las condiciones otros agentes. El Sporting, dada su preocupante situación financiera, no tuvo otra opción.

El sportinguismo sólo pudo disfrutar dos temporadas con Villa de rojiblanco. Después siguió con éxito sus etapas en Zaragoza, Valencia, Barcelona, Madrid, Estados Unidos, Australia y Japón, además de la selección española. Actualmente es propietario de la empresa DV7, relacionada con la gestión de clubes, marketing, comunicación, derechos de imagen y representación de jugadores. También es propietario del Benidorm, recién ascendido a Tercera RFEF. Así fue una historia que eclosionó en Mareo.

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