Dotor, la cura de un mal Sporting

La idea que Albés insinuó en sala de prensa agarró. No era un farol. El técnico gallego calzó a Gaspar a la posición de '10', descabalgando a Dotor de la quiniela. Y Nico Serrano conservó el híbrido papel que ya desempeñó en la visita del Racing, con Diego mutando de tercer central a lateral, dependiendo de la tesitura.

Hubo atasco en hora punta e imprecisiones por parte y parte para arrancar, con el balón acalambrado. El Sporting se entregó en exceso al orden. No quería descomponerse, buscando amenazar con cargas rápidas en un inicio de partido discreto. Principalmente, de Nico. El errante Gaspar fluía en la tierra media, sumando una preocupación a los centrocampistas de casa.

Antes del cuarto de hora, el equipo de Albés despelotó al Córdoba en una secuencia rápida, vertical, con Dubasin lanzando a Otero. No obstante, el colombiano, aún oxidado, apuró demasiado el remate. Sintes, que le alcanzó en la duda, le cuerpeó para que terminase mandando su pelotazo a la grada. El Córdoba contestó sin demora. Con un cabezazo del central Alves, tras una jugada de laboratorio del equipo técnico de Iván Ania, que llevaba muy mala uva. La estrategia fue la vía de propagación más venenosa del once califal, con un físico poderoso.

Apuntalados en sus roles, el Córdoba tocó y tocó, mandón. El Sporting aguardó su momento, más apocado con la pelota, tendiendo la emboscada. Solvente en su trastienda, pero sin colmillo. Cerca de la media hora, el once de Albés zarandeó al equipo andaluz con una bonita acción a coro. Pero el pase 'picado' de Nacho Martín voló demasiado para el intento de Dubasin. Nico ya empezaba a calentar también el pie cuando el Sporting estiró el pescuezo en el choque después de uno de esos micro-partidos de dominio local. La presión de la tropa de Albés dio un paso al frente, lubricando cada vez mejor tras la recuperación, y el Córdoba reculó. Marín se quitó de encima un pelotazo de Nico Serrano tras un ataque que se activó en una presión de Maras.

En plena crecida, de apenas un puñado de minutos, el Sporting se destempló después de un brutal choque de cabeza de Diego Sánchez con uno de los centrales de casa. El canterano tuvo que ser atendido por la embestida con Alves, que le ocasionó un hematoma considerable cerca del ojo izquierdo, en la zona exterior. Así, acabó el primer acto sometido y enchironado el Sporting, exigido casi siempre en la estrategia por un rival poderoso e imaginativo. Sintes avisó con un remate fuera tras un córner y Albarrán rentabilizó la ventaja en los duelos del Córdoba en el saque de una falta lateral. El VAR peritó un fuera de juego previo y una caída de Dubasin. Nada. 1-0 en la última secuencia del primer acto.

Albés regresó de la caseta con Caicedo, sustituto de un Otero que se fue a la ducha por decisión técnica, y con Dotor por Gaspar. Dubasin pisó más pasillos interiores, invocando las subidas de Guille. Pero el Sporting no espabiló, en escala de grises, salvo por un intento de remate de Caicedo, boicoteado por Sintes, y un disparo de Dotor, anulado por una rigurosa falta. El partido seguía inclinándose más y más hacia Yáñez, sin que Caicedo representase un gran peligro en el otro área.

El técnico gallego tocó muchas teclas en pos de la reanimación. Pero su equipo seguía coqueteando con una derrota más abultada. Entró Pablo, buscando un lateral más vertical, y volvió a retirar con estridencia a Guille, por Kevin, para equilibrar la entrada de Campuzano. Pero, de la nada, una cabalgada de Pablo, rematada a gol por Dotor, se convirtió en un punto. Y en una oportunidad que no prendió por poco en los últimos minutos.