Un 'doblete' de una afición ejemplar

La suya era una de las múltiples historias que se contaban ayer entre la 'Mareona', con cerca de un millar de personas desplazadas hasta Ponferrada. Una representación extraordinaria dadas las condiciones. Un ambiente invernal, con el termómetro por los suelos (unos seis grados centígrados a la hora del partido), un equipo que llegaba de capa caída a El Toralín, y un horario terrorífico. Un ambiente poco estimulante para cualquier afición. No para el sportinguismo. «La situación deportiva está un poco peor ahora, pero, igual que cuando el equipo iba bien estábamos ahí, también ahora», subrayaba Pelayo. «Dudé un poco sobre si ir cuando salió el horario, incluso fui reacio a sacar la entrada, pero al final caí», comentaba entre risas a mediodía.

La 'Mareona' comenzaba a llegar entonces a Ponferrada, tomando posición en la Plaza del Ayuntamiento, a tiro de piedra del impresionante Castillo de Los Templarios. La Federación de Peñas, con Jorge Guerrero a la cabeza, desplazó dos autocares. De sus peñas adscritas asistieron Nacho Cases, Manjarín, La 1905 -con 'Milinko' al frente-, San Martín, Maliayo, Mieres del Camino, Moracey, El Cruce, Canijo de Candás, Casa Kilo, Pericote de Llanes, La Tiendina de Niembro, El Chorby y Puerto de Vega.

'Djuka is on fire'

Hubo algún sportinguista ilustre entre la 'Mareona', como un aficionado más, como el exguardameta Claudio Silva. También se dejó ver Rogelio García, el histórico responsable de captación del Sporting, alejado ya de sus funciones y jubilado este verano. Y Pablo Pérez, en muletas, sufriendo por el Sporting y lamentando no estar sobre el césped, confiando en poder caminar con normalidad en unos días. La representación institucional, mientras, corrió a cargo del vicepresidente Javier Martínez, Fernando Losada y Joaquín. Toda la expedición fue bien acogida por la ciudad, con sentimiento rojiblanco. Orgulloso de su militancia sportinguista en Ponferrada, por ejemplo, estaba Juan Ricardo Borges, natural de Grado y desde los dieciocho años viviendo fuera. Camarero en un conocido bar de la ciudad recibió al sportinguismo con la rojiblanca. La previa se vivió en un animado rincón de El Toralín, con música de Gala y el popular 'Freed from desire', reinterpretado como 'Djuka is on fire'. El gran ausente del día por su positivo por covid.