Sporting | «A Djukic no le va a temblar la mano»

Desde al anuncio de su contratación el pasado 22 de diciembre, Miroslav Djukic, que había observado desde la lejanía la evolución del equipo, se ha dado un margen de tiempo para observar desde un primer plano las habilidades de sus nuevos jugadores. Previamente evitó tomar decisiones en caliente respecto a la configuración de la plantilla con el propósito de elevar su conocimiento de la misma. «A veces, cuando llega un entrenador nuevo, las cosas cambian», subrayó en su presentación. «Todos van a tener su oportunidad», reiteró en la misma comparecencia.

El 7 de enero, en su estreno como técnico rojiblanco, tras el inicial aplazamiento del partido, Djukic alcanzó La Romareda condicionado por factores externos: sin Marc Valiente llamado a tener un rol capital lesionado, ni otros cuatro jugadores lastrados por la gripe, con muchos otros efectivos lejos de su «100%» y sin excesivo tiempo para tener un conocimiento mayor de la plantilla.

El primer 'once' de Djukic en La Romareda mantuvo una dinámica continuista, con solo dos novedades (Damián Pérez y Carmona) respecto al equipo que desplegó José Alberto ante el Extremadura en el día de su caída final. El efecto del cambio no tuvo el impulso esperado. «Si tiene que hacer cambios, a Djukic no le va a temblar la mano», avanza Óscar González, el que fuera icono del proyecto del serbio en el Valladolid, en su mejor experiencia en los banquillos.

En La Romareda, el Sporting cayó (2-0) repitiendo los errores del pasado. La falta de efectividad , otra vez, negó a los rojiblancos obtener un resultado mejor, frustrando la corrección tras el descanso a partir de un estilo más ambicioso. «Hemos mostrado muchas cosas positivas», reivindicó en primera lectura, con el objetivo de enfatizar la ambición de sus jugadores, mermados por la dinámica de resultados en la que se encuentra inmerso el equipo. No quiso el serbio mermar más esa desconfianza y, aunque reconoció errores groseros, «regalos», trató de reforzar a sus jugadores con un mensaje más optimista. A nivel interno, no obstante, el preparador de Sabaca, pegado a Pandurovic en sus primeras semanas en Gijón, no esconde su preocupación por alguna de las carencias mostradas.

Tras ese coyuntural debut, Djukic ha intensificado sus métodos para afinar la búsqueda de un once que pueda ofrecer una versión más competitiva y que aleje a los rojiblancos de la zona roja. Lo sucedido entre semana ante el filial, si bien no deja de ser un ensayo, enseñó la versión más vehemente del preparador, enfadado con el rendimiento de sus jugadores. «Si luego no jugáis, el entrenador será el malo», vociferó.

El paso de las fechas le ha dado al técnico un mayor conocimiento de la plantilla, también en competición con el ejemplo de la Romareda. En el segundo acto en Zaragoza ya recuperó para la causa a Hernán Santana, llamado a salir en el mercado invernal hasta el cambio en el banquillo. Mañana, en el estreno del serbio en El Molinón, el canario podría dar un paso más y ser titular junto a Javi Fuego, sin descartar otras opciones.

No es en cualquier caso la única novedad que medita Djukic para su estreno como local, que podría dar el primer golpe de timón con una transformación importante en el once. Las ausencias de los laterales (Molinero, sanción y Damián, lesión) obligan a modificaciones en una retaguardia que apunta a ser la línea más transformada, con errores groseros a nivel individual en La Romareda.

Los focos se sitúan en dos jugadores del filial que podrían debutar en Liga: Bogdan tiene muchas opciones de ejercer como reemplazo de Molinero, mientras que Espeso, que se estrenó con el primer equipo en Ipurua, cuenta con opciones de jugar en la izquierda. En el centro, Borja López y Valiente se disputan el puesto de acompañante de Babin. Tampoco se descartan novedades en la retaguardia, con debate en los costados. «No va a dejarse ir. Si tiene que tomar decisiones drásticas por el equipo, lo hará», reitera el exjugador del Valladolid.