Sporting | Djukic quiere un término medio

«Tres, siempre tres para defender», indica Javi López en un ejercicio matutino en Mareo. Miroslav Djukic refuerza la misma indicación brazo en alto, estirando sus dedos índice, corazón y anular al cielo. La directriz verbal y gestual precede a una rápida cadena de ataques que tratan de repeler un trío de futbolistas. El entrenador del Sporting lleva varios días estrujándose la cabeza para ver de qué forma puede encontrar un término medio a su equipo. Llegar al punto en el que pueda encañonar más y mejor al rival, sacando tajada a esos 43 remates que ha provocado en tres partidos para producir un único gol. Y, de paso, bajar la persiana de una vez por todas. «Lo que nos tiene que dar de comer ahora es la portería a cero», subrayó la semana pasada.

Puede que por eso, el entrenador serbio aireó en la sesión de este martes, pasada por agua, un posible once rupturista con sus tres primeras alineaciones. Ya había explorado José Alberto el dibujo de los tres centrales, con dos carrileros, como una fórmula de atornillar mejor al equipo y atacar con más futbolistas en sus últimos partidos como entrenador del Sporting. Ayer, Djukic insinuó que puede haber llegado a esa misma conclusión, persuadido por las limitadas posibilidades que otorga el fútbol exterior del equipo. Habrá que esperar hasta el sábado para ver si el serbio va de farol o si esta es una probatura de futuro. Pero si hay una circunstancia que ha distinguido al entrenador rojiblanco hasta la fecha ha sido su transparencia en su forma de proceder, nada tiquismiquis en los ensayos con sus alineaciones.

De ahí que tuviera sonoridad su primer entrenamiento de la semana, con el Fuenlabrada como rival el sábado, que arrancó con ese acercamiento a los tres defensas y todavía sin Damián Pérez ni Molinero. Los dos laterales trabajaron ayer con el readaptador, sin estar descabalgados totalmente del partido del sábado. En el club, en ese sentido, hay cierta esperanza en que ambos puedan llegar a tiempo, sobre todo el toledano, con el que, salvo sorpresa, se cuenta para el partido frente al Fuenlabrada. Sin ellos, Djukic siguió entrenando con Bogdan y Unai, a pierna cambiada, aunque esta vez en la piel de los carrileros. También se mantuvieron en la dinámica del primer equipo los canteranos Pablo García y Alberto Espeso.

Duró unos minutos el ensayo del número 5, con dos equipos, pero en él asomó de forma clara esa posibilidad de virar ante al Fuenlabrada hacia un 3-5-2, dependiendo de la tipología de los carrileros que compitan el sábado en El Molinón y la movilidad de Manu. La línea de los tres centrales la formaron Marc Valiente, Cristian y Babin. Y ante sus ojos se acomodó un trío de centrocampistas de un marcado perfil ofensivo, con Carmona, Nacho Méndez y Manu García. En esa sociedad, el luanquín actuaba como futbolista más referencial, obligado a guardar la posición como punto de tránsito entre la defensa y el ataque. Arriba, Aitor García y Djurdjevic, con compañía.

De confirmarse la alineación, a la que le faltaría una vuelta de tuerca por esos dos costados con Molinero y está por ver si Damián Pérez, Pedro Díaz y Javi Fuego perderían su sitio en el once, lo que aún está por ver. El poleso atravesaba un gris momento de forma, pero en Soria dejó una buena sensación y tuvo bastante influencia en el equipo, sobre todo en la primera mitad. Con los altibajos propios de la inexperiencia profesional, Pedro, mientras, ha ido asentándose en el once. Y cada vez con más incidencia y argumentos, resultando decisivo, sin ir más lejos, en el arreón final que pegó el Sporting para lograr la victoria frente al Elche.

La sacudida entraría en confrontación con el primer mensaje trasladado por Djukic, que anunció su firme intención de trabajar y reajustar sobre un dibujo. Al mismo tiempo, también se entendería como una respuesta a las limitaciones que detecta en el 4-2-3-1 con la actual plantilla. En ese sentido, las incorporaciones que se pretenden en este mercado no se esperan hasta los últimos días de enero.