El descubrimiento de un juvenil

Solís viajó a Lugo para gestionar su fichaje, acompañado de José Fernández 'El Negro'. Tuvieron una primera reunión con los padres del jugador. En un principio encontraron cierta oposición, porque daban prioridad a los estudios. Lograron convencerlos después de enseñarles la residencia que había en Mareo, donde residían otros jugadores de los filiales, y el control que se ejercía sobre los chavales.

Influyó a favor que los padres del jugador son de Oviedo. Se habían trasladado a Lugo por motivos laborales. La trayectoria de formación de Pablo fue en los filiales lucenses, hasta que vino a Mareo. Solís había coincidido en su etapa de futbolista con Colunga, tío de Pablo por parte de madre, quien jugó en el Gijón Industrial, entre otros equipos. Algo influyó. El Sporting compensó al Lugo con material deportivo y un compromiso de un amistoso de verano, que se jugaría tres años más tarde.

Pablo Álvarez Núñez (Oviedo, 1980) fichó por el Sporting en la primavera de 1998. En su primera temporada jugó con el equipo de División de Honor juvenil. En el tramo final debutó en Segunda B, con Vidales, en un encuentro que el filial rojiblanco ganó al Vetusta, en Oviedo. Tras acabar la edad juvenil quedó incorporado al Sporting B. Acebal, que empezó en el filial, suplió a Cantatore en el Sporting en enero. Antes de acabar el curso lo reclamó para el primer equipo. Era la temporada 2000-2001.

En el filial, Pablo llevaba una trayectoria destacada, formando un vistoso dúo de ataque con David Villa. A cinco jornadas del final, el técnico gijonés lo hizo debutar ante el Betis para intentar solucionar un marcador adverso. Sustituyó al lateral Blin. A la jornada siguiente abrió el marcador en A Malata, donde ya fue titular, con Cherishev en el banquillo. Debido a una operación de miopía se perdió la última jornada.

Tras cinco temporadas en el primer equipo, con el que disputó 168 partidos y marcó 27 goles, José Luis Tamargo, representante del jugador, recibió una propuesta económica del Deportivo a la que el Sporting no podía ni acercarse. El presidente coruñés Lendoiro nunca olvidó que el club rojiblanco le había fichado a Bodelón y Marcos Vales con un cambio de residencia, aunque hubieran pasado casi tres lustros. En enero de 2006, con el Sporting sumido en un proceso concursal, pasó el reconocimiento médico en La Coruña. En abril, en la visita del Lleida a El Molinón, tuvo el infortunio de sufrir una rotura de tibia y peroné. Estuvo más de ocho meses sin jugar. Así se despidió del Sporting, donde dejó un buen recuerdo.

Durante las tres temporadas que coincidió con David Villa, una en el filial y dos en el primer equipo, fue su principal aliado tanto en el campo como fuera. El entendimiento era muy bueno. Solo algunas lesiones musculares le impidieron hacer un pleno. Le pasó algo similar en el Deportivo, con la cesión de un año al Racing, para acabar en el conjunto coruñés en Segunda, con un ascenso, y finalizar su periplo en el Lugo, Langreo, New York City, nuevamente Langreo y Llanera.

En la capital gallega lo apodaban el 'asturiano'. Después, en Gijón, le decían el 'galleguín' por su procedencia lucense y algo de acento gallego que parece que conserva. Después ya se acabaron los apelativos.

Como técnico se inició en Mareo como auxiliar y luego como primer entrenador de un equipo cadete. Desde hace tres años forma parte del cuerpo técnico de José Alberto López, ahora al frente del Racing, rival del Sporting esta tarde en El Sardinero.