«Hemos demostrado que se puede competir cuando las cosas se hacen bien»

-¿Nervioso por el partido?

-Sí. Son momentos de disfrutar. El fútbol tiene más momentos en los que uno pierde que en los que uno gana, pero hay que aprender a disfrutar también los momentos positivos, que ojalá podamos convertir en una costumbre. Es el tercer título que estamos peleando en el año, el cuarto si contamos el Campeón de Campeones, y con la satisfacción de poder regalarle a esta institución su primer título internacional.

-Empezó muy joven, casi desde el principio con Orlegi. ¿Cuál es el objetivo del Grupo?

-En el Grupo hemos hablado de la trascendencia, del legado, de la obligación que tenemos cuando administramos clubes de fútbol porque no es un negocio tradicional. Alejandro dice que es como un banco, donde vas a depositar dinero o los bienes. Acá te depositan ilusiones y sentimientos. Hay una gran responsabilidad y compromiso en el manejo de eso. Queremos que los equipos ganen y sean sustentables en el mediano y largo plazo para poder seguir creciendo. Era un plan de hace años dar el siguiente paso y llegar a una de las mejores ligas del mundo, a la que ojalá pronto podamos ascender con el Sporting.

-En España la competencia es tremenda. ¿Qué plan hay con el Sporting?

-Poder establecer procesos, mejorar la infraestructura del club, generar estructura que permita crecer poco a poco y poder competir. Hemos demostrado que se puede competir cuando las cosas se hacen bien. Nuestra filosofía es hacer más con menos y aquí, de repente, se malinterpreta porque parece que es que no tienes. Y significa que con lo que tengas tienes que lograr un mejor resultado siempre. No hay excusa. Por ejemplo, en Atlas, después de ser bicampeón, la gente te puede decir 'listo, ya ganaste' y no, queremos volver a ganar y, más, ganar sirviendo. En España puede tener otro significado por la palabra servir, pero lo que queremos es ganar y dejar una trascendencia, que tenga un sentido. Ganar por ganar no deja nada, pero ganar formando, desarrollando, creciendo en la sociedad deja un legado y una trascendencia y eso es lo que Orlegi busca.

-Es usted el más cercano a Asturias de Orlegi. ¿Qué ha significado el Sporting en su vida?

-Mi abuelo nació en Asturias y mis bisabuelos, todos. Así que hay un sentimiento, una ilusión, un cariño, pero también una gran responsabilidad por hacer bien las cosas, de que los resultados se den. Desde mi silla me toca aportar un granito de arena. Imagínese si se logra ese ascenso y poder vivirlo de cerca, con esa ilusión que uno tiene por la familia. Sería muy bonito.

-Este verano estuvo en Asturias y habló con 'El Pitu' Abelardo.

-Es un persona que tiene muy claro lo que significa el Sporting para la región y lo importante que es que se logre ese ascenso. Tiene los elementos y los conocimientos. Lograron formar una plantilla muy competitiva y, ahora, hay que hacer el trabajo poco a poco. Habrá momentos buenos y otros complicados, en los que tiene que haber más unión para lograr el objetivo. A diferencia de México, el torneo español es muy largo, con 42 jornadas, en el que cada una suma. Las últimas cinco serán las que te condicionen, pero todo lo que hiciste antes te dirá si el trabajo fue bueno o no.

-¿Tienen previsto que todos los años algún equipo viaje?

-Sí, los planes del Grupo es lograr esas sinergias que nos permitan aprovechar los recursos que tienen los clubes en México y en España. Creo que las instalaciones de Mareo permiten que algún club pueda estar ahí, hacer una pretemporada y conocer cosas distintas, intercambio de jugadores, de entrenadores, psicólogos, de gente de márketing, de administración.... Cuando uno más aprende es cuando viaja y ve cosas distintas.

-¿Son muy optimistas con que El Molinón sea sede del mundial?

-Sí, sería maravilloso para Asturias. En el Grupo lo vemos con gran optimismo y la renovación de un estadio con tanta historia siempre será buena para la gente que lo vive cada quince días.

-¿Qué idea hay de trasvase de jugadores? ¿Va a ser una constante?

-Sí, es algo que buscaremos como grupo, no solo que vayan de México, sino que vengan de España. Ese intercambio en el que el jugador crezca siempre es positivo. Hace poco tuvimos a Enric Baquero en Atlas, que ahora está en el filial del Sporting. Algún entrenador también vendrá a ver algo distinto a México. Será una práctica constante porque funciona muy bien. A mí me tocó vivirla trabajando ocho meses con el Celtic y hay una antes y un después.

-En el Grupo también es usted una persona importante en la parcela deportiva y participó en la negociación para renovar a Djuka. ¿Fue muy dura?

-Sí, me ha tocado estar en muchas negociaciones a lo largo de estos 16 años en el grupo y aportar mi conocimiento para entender un nuevo mercado y aprender una nueva situación, con un jugador importante para el Sporting. Se logró llegar a buen puerto y buscando conseguir el objetivo primordial de la Segunda, que es el ascenso.