David Gallego vuelve a sus orígenes

Gallego tira del carro

El técnico ha sido el primero en resetear y tirar del carro, promoviendo también algunos cambios durante la semana. Estos días no se le ha visto afectado por la crisis, sino con la marcha de más que lleva siempre. El mensaje que asegura el club entre bambalinas es que, salvo un accidente, el entrenador no se juega su puesto mañana. El Sporting es, además, un equipo que ha vivido en crisis deportiva los últimos años en Segunda, pero el consejo siempre ha sido partidario de aguantar a sus entrenadores en la medida de lo posible. Al técnico se le ha trasladado confianza y el propio Gallego ha manifestado seguridad en sus posibilidades.

Cara a cara con los jugadores

Después de la jornada de descanso, Gallego mantuvo el martes una reunión en la intimidad del edificio principal de los vestuarios de Mareo con todos sus futbolistas. Fue antes del primer entrenamiento de la semana. El director deportivo, Javi Rico, estuvo presente en el encuentro. Gallego recordó de dónde venía el equipo y sus mejores momentos esta temporada. Tomó la palabra algún jugador y se aclararon malentendidos del pasado. Todos a una, fue la consigna, y a ganar al Fuenlabrada.

Convicción del vestuario

Pese al mal momento del Sporting, con una dinámica muy negativa de solo un punto conseguido de los últimos 21 que se han puesto en juego, y con el equipo decimotercero en la clasificación de Segunda División, en el vestuario hay el convencimiento firme de que se va a sacar esta situación adelante, comenzando por este sábado. No hay disculpas ni otra aspiración. «Hay que ganar por lo civil o lo criminal», se asegura.

La defensa de cuatro

Tras la debacle del domingo en El Toralín, con el sistema de los tres centrales y dos carrileros, David Gallego parece decidido a recuperar el 4-2-3-1, con la línea defensiva de siempre, pero ajustes tácticos. Se espera algún cambio en la alineación, que el cuerpo técnico se guarda.

Solidez en defensa

El Sporting del curso pasado recibió 28 goles en contra en 42 partidos. El actual lleva 21 tantos sufridos en apenas 17 partidos. Gallego quiere, como punto de partida, recuperar esa fiabilidad atrás y dejar la portería a cero. Líneas juntas, más intensidad y contundencia en las acciones defensivas. También en la estrategia, uno de los puntos negros del equipo. El «¡no podéis perder la intensidad en la defensa!» que soltó el miércoles.

Tener el balón y paciencia

La última imagen de El Molinón fue una de las más pobres que se recuerdan de su Sporting en casa. El equipo perdió la mayoría de las batallas y, desde el principio, el control del balón. Era una parte del plan, pero se volvió en contra. Gallego quiere recuperar el mando del partido mañana y, sobre todo, mejorar en la gestión del balón, sin tantas pérdidas. También ha pedido paciencia a sus jugadores frente a un oponente de los que menos goles conceden de toda la categoría (18) y el que menos hace junto al Alcorcón (13), intuyendo un choque atascado desde el inicio.

Presión alta y verticalidad

A diferencia de la imagen apocada y de actor secundario que dio el Sporting ante la Real B, con la cesión del balón y una presión muy retrasada, el equipo quiere volver a mostrar la energía con la que comenzó el curso, ahogando a los rivales en su campo y haciendo mucho daño, con transiciones rápidas, especialmente con el dinamismo de sus atacantes. «¡Hay que explotar la presión!», pidió Gallego a su equipo.

Noche en Mareo

El ambiente de unión ha sido total desde el martes, en la vuelta al trabajo, sobresaltado por la lesión de Iván Cuéllar. El hábito de las comidas de equipo en Mareo se ha respetado durante la semana, pero ha habido un par de cambios. El entrenamiento de ayer, fijado inicialmente para El Molinón, se llevó a Mareo para preservar el césped del estadio tras las intensas lluvias. Por otra parte, los jugadores ven bien hacer más piña en la víspera de un partido tan importante como el de mañana. Así, está previsto que los futbolistas pasen esta noche en Mareo y queden concentrados ya este viernes.