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Aunque cada equipo se fundamenta en su potencial, un factor importante en el fútbol es contrarrestar las armas del rival. El Barcelona de Cruyff, campeón en la temporada 1993-1994, solo perdió siete partidos ligueros. Y uno de ellos fue en El Molinón.
García Remón ... hizo un estudio minucioso del Barça. Consideró una necesidad frenar su salida de balón desde la defensa, con Guardiola como piedra angular. El técnico madrileño no veía a nadie en su plantilla para anular el juego del 'líbero' barcelonés. Analizó el filial en una breve charla con Ramiro Solís, entrenador del Sporting B, en el que estaba Dani Díaz, quien había debutado de forma testimonial en la despedida de la Liga anterior ante el Sevilla de Suker.
El sierense era uno los jugadores con más proyección del momento. Fue el primer internacional sub 15 salido de Mareo. Debutó contra Hungría en el Torneo de Messina. Volvió seis veces más. Luego fue siete veces internacional sub 16, en una ocasión sub 17, estuvo citado en ocho convocatorias de la sub 18 y en otras tres de la sub 20.
Tras debutar con el Sporting ante el Sevilla, Dani Díaz intervino en algún partido de la pretemporada de 1993, pero García Remón no se fijó más en él, pese a que era el máximo goleador y una de las referencias del Sporting B. Después de la charla con Solís, García Remón reclamó al sierense a los entrenamientos del primer equipo. Era la última semana del año. El partido ante el Barcelona se jugó el domingo dos de enero. No había descanso navideño. Preparó ensayos para que un defensa ejerciera de 'sparring' para frenar al central rival que sacara el balón jugado. El técnico madrileño consideraba que Dani Díaz podía jugar de media punta para hacer un trabajo de presión que no podía encomendar a Juanele o Stanic.
El partido salió como había diseñado García Remón, con Míner y Sabou en las bandas, Óscar en el centro del campo y Dani Díaz más adelantado, mientras que Juanele y Stanic tenían versatilidad en sus movimientos por el ataque. La consigna que tenía el poleso era que Guardiola no sacara el balón jugado. Al zaguero catalán lo acompañaba Koeman en la defensa, pero el holandés se distinguía más por su potencia. El de Santpedor era el cerebro de la zaga azulgrana.
El papel de Dani Díaz fue excelente. Apenas tuvo ocasión de dejarse ver en las conexiones con sus compañeros, pero fue un martirio para Guardiola, quien se veía impotente para encontrar una opción de sacar la pelota jugada. No logró conectar con sus medios o delanteros en ninguna jugada. El sierense, quien desde que llegó a Mareo en edad infantil siempre fue delantero centro, pasó a realizar una función de enganche en el filial, con un sacrificio notable. Ante el Barcelona superó una reválida con sobresaliente en la noche que amargó a Guardiola.
El Sporting ganó 2-0, con goles de Abelardo y Míner. Sin embargo, el extraordinario partido no le sirvió a Dani Díaz para consolidarse en el Sporting. Jugó los dos siguientes, de Copa en el Camp Nou y de Liga en Zaragoza. Dos meses después volvió a jugar en Valencia.
A la siguiente campaña fue presentado en la pretemporada, junto a otros diez jugadores del filial. Estaban los porteros Ramón y Rogelio Rionda, los defensas David, Marcelino, Urbano y Rogelio Lamar; los medios José Manuel Colmenero, Mario, 'Caco' Morán y David Cano, y el extremo Dani Bouzas, fichado del Fuenlabrada. Sin embargo, solo fue citado al último partido liguero, intrascendente, ante el Valladolid, en el debut del argentino Ricardo Rezza en el banquillo del Sporting, previo a la promoción contra el Lleida. Después seguiría su vida deportiva en Portugal, en el Chaves y en el Marítimo de Funchal.
Su generosa labor para anular a Guardiola quedó como ejemplo de un dispositivo táctico para desconcertar a un rival. El marcaje de Dani Díaz fue un hecho anecdótico en una época en la que había más jugadores determinantes que ahora, pero no con la función de organizar desde tan atrás.
Esta noche, en El Molinón, ante el Alcorcón, no se verá esa faceta, al menos como para poner una vigilancia específica. Con la presión de los delanteros es suficiente. Los tiempos cambiaron.
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