El Sporting asciende al segundo puesto en Burgos

En Burgos se jugó a lo que quiso el Sporting. El plan fue perfecto. Los rojiblancos sufrieron, fueron eficaces en su área y derrotaron a un rival que vendió cara su piel en la primera media hora del encuentro para situarse en los puestos de ascenso directo a Primera División.

Varios nombres propios deja el choque en El Plantío. En primer lugar el del guardameta. Rubén Yáñez fue de los mejores jugadores del partido. En esa primera parte en la que los hombres de Albés sudaron la gota gorda, el meta estuvo sobresaliente. Sacó dos manos salvadoras en menos de un minuto. Para ver repetidas varias veces.

A partir de ahí, el Sporting despertó y lo hizo para adelantarse en el marcador desde los once metros. Antes de que Arroyo derribara a Dubasin dentro del área, el extremo se plantó solo ante Cantero, pero no decidió bien. Intentó regatear al portero, pero no estuvo certero.

En su segunda intervención con peligro del primer acto se internó en el área. Arroyo se lo llevó por delante. Penalti claro que transformó Otero en su partido número cien con la camiseta rojiblanca. Fue en el momento perfecto, a cinco minutos de que llegara el descanso. Un gol de esos que denominan psicológicos.

Si la primera parte fue vistosa, con ocasiones para los dos equipos, la segunda no tuvo nada que ver. El caos que tanto le gusta a Albés dejó al Sporting por delante en el marcador. De ahí que no interesara continuar por ese camino. Fue entonces cuando el Sporting paró el partido.

Detuvo cualquier amago de caos. Nadie perdió su sitio. Olaetxea se incrustó en la línea defensiva para jugar con cinco atrás, con cuatro centrocampista y Otero en la punta de ataque. El equipo dio un paso atrás, pero todo fue controlado. Nada que ver con lo que se vivió en Albacete. No pasó nada.

El Sporting se encontró cómo sobre el terreno de juego cediendo el balón a su rival. Unió las líneas y se hizo fuerte. Yáñez no tuvo que intervenir más en El Plantío. Bastante trabajo tuvo en la primera mitad. Necesitaba un descanso.

El que no se detuvo fue Dubasin. Máximo artillero, con cuatro goles, junto a Víctor Campuzan. El atacante es el mejor fichaje de esta temporada. No hay duda. Lidera al Sporting como quiere y cuando quiere. Si sobre él se cometió el penalti de la primera parte, a diez minutos para el final sentenció el choque.

Pablo García le cedió el balón en la frontal del área. Tuvo espacio para cargar la pierna. Se detuvo el tiempo. Enganchó un derechazo que se coló por la escuadra de la portería de Cantero. La locura fue total. Ese punto de desequilibrio que tanto se festeja y más con miles de sportinguistas en las gradas del estadio burgalés.

La fiesta fue total. Un pingüino de peluche se coló en la celebración para dejar la imagen de la jornada. Dubasin no dudó en bailar junto al peluche para alegría de todos. El plan salió a la perfección.

El resto de los minutos fueron protocolarios. Hubo que llegar al minuto 94 para que el colegiado señalara el final del partido y confirmara el ascenso del Sporting al segundo puesto. Ver para creer. Los rojiblancos son de los mejores de la categoría.

El equipo de Albés representa al sportinguismo. Es vertical, agresivo y con un punto de locura que lo hace diferente y divertido. Siempre pasa algo y últimamente todo lo que sucede es favorable. Poco más que añadir.

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