Borrar
Terrazas hosteleras ubicadas en el exterior de los bajos de El Molinón, donde conviven varios establecimientos dedicados a diversas actividades. E. C.
La concesión de los bajos de El Molinón, un gran obstáculo a salvar

La concesión de los bajos de El Molinón, un gran obstáculo a salvar

Usos comerciales. Los planes de Orlegi para el estadio obligan a incorporar a la negociación a la empresa concesionaria

CARLOS AMADO / J. L. GONZÁLEZ

Martes, 14 de noviembre 2023, 01:10

En plena cuenta atrás para que el Sporting ponga sobre la mesa un reformulado proyecto que permita a El Molinón seguir en la carrera por ser sede del Mundial 2030, el club aún tiene un obstáculo muy importante que salvar. Se trata de la concesión municipal para la explotación de los locales comerciales del estadio, vigente hasta 2050 y prorrogable por otros 20 años. Los planes que Orlegi está dibujando para el futuro de un nuevo estadio obliga a los propietarios del Sporting a una negociación con Molinón Espacio Urbano SL (MEU), empresa concesionaria y que, desde 2019, está en manos de la familia Rodríguez Peláez, propietaria de Cafento.

La situación, que lleva sobre la mesa desde que se conocieron los primeros planes de Orlegi para mover el estadio de sitio hace más de un año, no ha sido tratada en profundidad en las reuniones con el Ayuntamiento, tanto en el mandato anterior como en el actual. Sin embargo, sí que hubo quien señaló en un primer momento la dificultad de que la solución llegara desde el Consistorio, donde se da por «totalmente inasumible por los costes» un rescate de la concesión.

El contrato que rige esta concesión y su pliego de condiciones administrativas particulares, al que ha tenido acceso EL COMERCIO, sí contempla la posibilidad de dejar sin efecto o rescatar la concesión antes de su vencimiento «si lo justificaran circunstancias sobrevenidas de interés público». También señala que la Corporación tendrá la obligación de «indemnizar al concesionario», todo ello de acuerdo con la Ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas. Sin profundizar en la legislación estatal, sobre todo en la Ley de Contratos del Sector Público, lo que las fuentes consultadas del ámbito municipal señalan con rotundidad es que el Ayuntamiento no puede hacer frente a una indemnización «millonaria», de la que nadie se atreve siquiera a aproximar una cifra.

Esta cantidad tendría que reflejar no solo los costes de obras, instalaciones y equipos de los locales, sino hasta indemnizaciones por despidos de personal contratado y por otros perjuicios a terceros como la extinción de arrendamientos, además de tener que indemnizar por el lucro cesante, que en una concesión como la de El Molinón, a la que aún le quedan 27 años de vigencia tendría como resultado una cifra desorbitada para las arcas municipales.

De igual forma y por el mismo motivo, el Sporting como club tampoco tiene músculo económico actualmente para comprar la concesión a MEU, en el hipotético caso de que la familia Rodríguez Peláez accediera a negociar una venta.

Como señalan algunas de las personas que desde el Consistorio han conocido el proyecto desde el primero momento, lo «más viable para sacarlo adelante» sería que el Sporting incorpore a MEU a sus planes de futuro a través de una asociación para el reparto de participación y beneficios entre las partes. En esta hipótesis es donde el Sporting tendría que estar respaldado por un socio inversor potente para poder hacer frente a la negociación con la concesionaria, sin olvidar que el club cuenta con la multinacional 'Legends' como socio estratégico de futuro.

Las mismas fuentes también deslizan que en esta opción también permitiría ir a una ampliación de los espacios comerciales. Los 12.000 metros cuadrados de la concesión actual podrían aumentar un 50%, según informes municipales. Superado ese límite, que estaría en los 18.000 metros cuadrados, al tratarse de una propiedad municipal debería hacerse una nueva licitación, a la que podrían concurrir otros interesados.

Sea como fuere, si algo está claro es que el futuro de El Molinón no se puede diseñar sin contar con la familia Rodríguez Peláez. El Sporting, a preguntas de este diario, declinó hacer declaraciones «por respeto a las diferentes partes, en una fase de mucho trabajo y para no generar ruido que pueda enturbiar el proceso».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio La concesión de los bajos de El Molinón, un gran obstáculo a salvar