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El Molinón abriga esta noche (20 horas) un partido histórico, de vecinos, que confronta dos realidades futbolísticas muy diferentes. Una la del Sporting, en otra onda diferente a la del Ceares. Solo en un vistazo a las últimas horas, los jugadores rojiblancos quedaron concentrados este ... mediodía en Mareo, con toda la parafernalia del fútbol profesional: un último entrenamiento de activación, comida en grupo, siesta medida, charla, desplazamiento en autocar al estadio... En el Ceares, mientras, el despertador sonó pronto. Para ir a estudiar, a trabajar, a dar clase, a encargarse del almacén de una firma textil... Y, luego, cada jugador a visualizar una jornada que recordará siempre. Otro mundo. Hasta la llegada al campo, cada uno en su vehículo o a pie, será distinta.
También la responsabilidad de unos y otros. Histórico para la ciudad, siendo el primer enfrentamiento entre dos equipos gijoneses en la Copa, con la rareza de ver al Sporting de visitante en El Molinón, pero sentado en el banquillo local, el partido encaja con cierta incomodidad en la actualidad de los gijoneses. En un par de meses, David Gallego ha visto cómo su crédito en Gijón caía en picado. En el último partido, tras el pitido final, se llevó la bronca de un estadio vacío, desencantado con el mayor desplome que se recuerda. Menos de 9.000 espectadores, la peor entrada de la temporada. Hoy, contra el Ceares, podría haber una cifra parecida.
El entrenador catalán, muy discutido desde hace tiempo fuera y también dentro, confía en solucionar el partido de hoy con cierta holgura para centrarse ya en el Estadio de Gran Canaria. Aspira a tener un respiro frente a un rival al que ha tratado con el mismo respeto que a cualquier oponente de Segunda. No le queda otra. Un partido de Copa, en Zamora, dejó a José Alberto medio sentenciado. Hasta ha recurrido a Djuka, una especie de 'Cid' de nuestros tiempos, para mandar un mensaje de cambio con su sola presencia en el banquillo.
No está prevista, en todo caso, la titularidad del internacional por Montenegro. Quizá juegue algún minuto, pero está por ver. La cabeza de Gallego está en el domingo y asumir riesgos con Djuka, sin más delanteros, sería demasiado lujo. Ya será un riesgo si juega Mariño. Con ese encaje de bolillos, el técnico tendrá que regatear también en la alineación el problema de las fichas, estando siempre obligado a contar con un mínimo de siete profesionales sobre el campo para regatear la alineación indebida. Eso implica que contar con cuatro futbolistas con ficha del filial en el equipo titular -Gaspar y Pablo García tienen esta consideración- ya supondría un riesgo enorme por el temor a una lesión o sanción.
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