El castillo de naipes rojiblanco

El castillo de naipes se desmoronó en el primer soplido de cierzo maño. Una tempranera acción a balón parado, quebradero de cabeza sportinguista este curso, empinó todavía más el bautismo de Miroslav Djukic. «Vamos a ser atrevidos y agresivos», había proclamado el técnico serbio la víspera de su puesta de largo como técnico rojiblanco. La consigna, condicionada por el tempranero golpe, encontró reflejo tras el descanso para subsanar uno de los déficits que arrastra el conjunto gijonés este curso.

En el anhelo de poner los cimientos de un entramado defensivo sólido, el exzaguero balcánico prepara un torniquete para taponar la hemorragia sin balón de un bloque que necesita elevar su solidez. En la categoría, solo el Lugo presenta un porcentaje de entradas ganadas inferior al de los gijoneses (56%), que comenzaron a corregir su endeblez en ese registro en La Romareda.

En el feudo del tercer clasificado, con el marcador en contra desde que Raúl Guti embocó la primera llegada maña, el conjunto sportinguista mostró pundonor e intuición en La Romareda, como refleja el número de duelos ganados frente al conjunto zaragozano. Los jugadores rojiblancos se impusieron a los 'blanquillos' en 33 duelos, como señala la cuenta 'Stats Segunda'. Un halo de esperanza para la reforma que el club comenzó durante la tregua competitiva con el relevo en el banquillo.

Ante el riesgo de caer en el abismo del cuarteto de cola, los nuevos matices que el entrenador serbio pudo acuñar en el equipo frente al Zaragoza necesitan la complicidad de los resultados. «Hemos hecho muchísimas cosas bien y hay que insistir en ellas, pero hay que evitar regalos que son mortales», argumentó el exzaguero en la sala de prensa del estadio maño, donde los gijoneses titubearon de nuevo en la retaguardia, pero se mostraron algo más fiables en la asociación.

Frente a los 194 balones perdidos en el último choque a las órdenes de José Alberto López, en el debut de Djukic el volumen se redujo hasta los 127, la cifra más baja desde el pasado 27 de octubre, con el equipo aragonés como adversario en un duelo en el que el viento sopló a favor de los gijoneses con una diana de Isma Cerro en el tercer minuto. Con la pólvora mojada por segundo choque consecutivo, los rojiblancos sumaron en tierras mañas el décimo encuentro este curso reñidos con el gol después de un arreón final infructuoso por una falta de puntería que tendrán que corregir el martes ante el Elche, tercer mejor visitante de la categoría.