El Sporting, como en casa en ningún sitio

Versionando a Dorothy en la película 'El Mago de Oz', «en casa se está mejor que en ningún sitio». Y precisamente a su hogar, a su territorio, regresa esta tarde el Sporting después de dos semanas en las que visitó Santander y Tenerife. Dos salidas que dejaron un punto con dos actuaciones del equipo que no despejan las dudas generadas en este inicio liguero con un balance irregular, con resultados que no están acordes con los destellos que ofrece el equipo.

Rubén Albés sabe que este Sporting necesita volver a ganar. Tanto él como su cuerpo técnico y sus futbolistas asumen la necesidad de conseguir un triunfo que se convierta en una rampa de lanzamiento en una categoría con la igualdad por bandera. Al fin y al cabo se trata de rubricar tres puntos que permitan encarar las próximas semanas con tranquilidad y más después de lo agitada que está la Segunda.

La escasa eficacia en las dos áreas es la gran asignatura pendiente del Sporting. En la propia, la solidez defensiva no es suficiente para no encajar goles. Ese es uno de los motivos por los que Olaetxea retrasa su posición sobre todo los partidos que se juegan lejos de Gijón y se incruste en medio de los centrales. Una decisión que si bien puede fortalecer la zaga puede restar opciones a la hora de controlar el juego en el centro del campo.

El técnico gallego ha demostrado, al menos hasta la fecha, ser consciente de la situación de su equipo. Prueba de ello es que no se esconde a la hora de trasladar sus pensamientos, reflexiones que se amoldan a la realidad. Un poco de autocrítica y la sensación, como él mismo repite, que el equipo todavía está en fase de crecimiento. Sin embargo, el fútbol no entiende de paciencia y los resultados se exigen desde el primer día. Y es que el equipo necesita ganar ya, rendir sobre el terreno de juego, independientemente del punto de cocción en el que se encuentre.

Para volver a sumar una victoria no hay ningún sitio mejor que El Molinón. El sportinguismo volverá a estar al lado de sus futbolistas para intentar doblegar al Zaragoza, uno de los rivales más en forma de la categoría. Los maños son segundos con trece puntos, uno menos que el Racing de Santander que lidera la clasificación. Han ganado cuatro partidos, empatado uno y perdido otro, exhibiendo unas cualidades muy diferentes a las que mostraron en las últimas temporadas.

Solidez defensiva, presión en el centro del campo y colmillo en el área rival son algunas de las señas de identidad del equipo dirigido por Víctor Fernández. Una institución en la capital maña que ha sido capaz de construir un equipo sobre las bases de la pasada campaña y con muchas incorporaciones nuevas que poco a poco van entrando en el once.

Además, cuentan con uno de los máximos artilleros de la Liga. Mario Soberón acumula cinco goles en seis partidos. Los mismos que Andrés Martín del Racing de Santander. Un acicate más para la zaga rojiblanca que, como el equipo debe experimentar una mejoría y dejar atrás despistes como el de la pasada jornada ante el Tenerife y que dejó al equipo sin dos puntos en el tramo final.

La buena noticia para Rubén Albes es la recuperación de Cote después de dos semanas de baja por el pinchazo muscular que sufrió en Santander. Parece precipitado pensar que el jugador de Roces saldrá de mano, aunque no es una opción que pueda quedar descartada.

Los que aún tendrán que esperar para volver al equipo son Diego Sánchez y Gaspar. Ambos se ejercitaron parcialmente con el grupo en los últimos días pero no entraron en la citación del preparador gallego, que prefiere no arriesgar ante el peligro de que pueda producirse una recaída.

Salvo sorpresa, Albes bien podría repetir el mismo once que dejó destellos en el Heliodoro Rodríguez pero que no fue capaz de culminar la faena con los tres puntos.

Pablo García ocupará el costado zurdo, mientras que a Róber Pier y Curbelo les tocará poner el chaleco antibalas para detener a Mario Soberón. Teniendo en cuenta que Albés solo contempla a Nikola Maras como central diestro, el serbio parece que tendrá que volver a esperar en el banquillo por su debut con la camiseta rojiblanca.

En función de los complicado que vea Albés el choque, Olaetxea participará como tercer central o recuperará su puesto en la medular. Es el pilar de su sistema. Sin discusión. A partir de él, se crea todo lo demás, sobre todo el centro del campo.

Nacho Méndez, Nacho Martín, Jesús Bernal y Gelabert pugnan por dos posiciones. Si este último está en condiciones, podría tener continuidad en el once inicial con la opción de que su escudero sea Nacho Martín en lugar de Nacho Méndez. Es la gran incógnita del plan de Albés para su vuelta a El Molinón.

Por otro lado, las posiciones de ataque parecen más definidas. Otero tiene su plaza asegurada después de que la pasada semana tuviera que salir desde el banquillo por unas dolencias musculares. Junto a él estará el otro hombre de confianza del entrenador: Jonathan Dubasin.

En cuanto al sustituto de Gaspar Campos, el propio Albés desveló ayer quién será. El hombre elgido volverá a ser Queipo. «Solo le faltó el gol le otro día, hizo un gran partido», aseguró el preparador sobre la aportación del canterano desde la banda izquierda. Es la única pista que quiso dar el técnico sobre su once para enfrentarse esta tarde en El Molinón al Zaragoza.

Juegue quien juegue de inicio, lo que es evidente es que la victoria en innegociable. Independientemente de la manera en la que llegue, el Sporting necesita ganar. Una victoria en seis partidos es insuficiente, no conseguir otra en la jornada séptima sería un primer aviso para todos. El fútbol es así.

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