Bochorno del Sporting

El equipo, con José Alberto en el banquillo, no da para más. El crédito del técnico parece haberse terminado tras un nuevo fracaso en la Liga. Y ya van unos cuantos. Ni fútbol ni goles ni ocasiones ni nada que se parezca al fútbol. Ni el desaprovechado Manu García pudo aparecer un mínimo instante para aclarar el camino de unos futbolistas perdidos, sin un objetivo claro y sin las ideas suficientes para hacer daño a un Extremadura que se encontró el gol en la recta final del encuentro con una jugada desafortunada de Cordero, que introdujo el balón en la portería de Mariño.

El choque, con menos aficionados de lo habitual en las gradas, comenzó con una pitada por parte del sportinguismo a sus futbolistas. La derrota en Copa frente al Zamora no es fácil de olvidar. Los rojiblancos, en lugar de cambiar el enfado de la afición por aplausos, agravó la situación con un espectáculo difícil de soportar.

Las ausencias llevaron a José Alberto a recuperar el sistema con cuatro defensas. Medina actuó en la derecha y Molinero en la izquierda. Ni hubo profundidad en las bandas ni solidez defensiva. Algo difícil de explicar frente a un ramplón Extremadura que, por momentos, fue superior al Sporting.

El centro del campo volvió a estar desaparecido. Pedro lo intentó, pero no fue su tarde. Por su parte, Javi Fuego aún no parece haberse acomodado a la medular rojiblanca y continúa rindiendo por debajo del nivel esperado. No se hicieron con el mando del partido en ningún momento y la mayor parte de los balones que tocaron fueron hacia atrás.

Con balones directos a los atacantes, El Molinón no pudo ocultar su desesperación. Esa que llevó a pedir la dimisión de la directiva, presente al completo en el palco, y también a cuestionar los cambios a José Alberto cuando retiró a Manu García para dar entrada a Carmona.

Hubo polémica en las dos áreas. Dos goles anulados por el VAR por fuera de juego. El del Extremadura fue claro, el del Sporting, algo más justo. Djurdjevic, que no estuvo presente en el terreno de juego pese a jugar todos los minutos, se encontraba ligeramente adelantado en el inicio de la jugada que terminó con el tanto de Aitor García.

El Molinón se vació con el paso de los minutos. Los que aguardaron al pitido final lo hicieron para mostrar sus malestar con la que parce que será el tercer fracaso consecutivo. La bochornosa imagen ofrecida ante el Extremadura es el fiel reflejo de un año para olvidar. Se cerró el 2019 con una derrota, esa que lo normal es que traiga consecuencias. Recordar nunca estará de más que el director deportivo también tiene gran culpa de todo lo vivido en los últimos años.