Sporting | Un blindaje con todas las de la ley

Los clubes ya están trabajando con la Liga en esta coordinación previa. Luis Gil, responsable de la Dirección de Competición y de la Oficina del Jugador de la Liga, ha sido uno de los encargados de ir afinando junto a ellos las medidas que se adoptarán para volver a los entrenamientos con ciertas garantías. Esta misma semana mantuvo una nueva charla telemática con varios. Dentro de ese intercambio de información, algunos clubes ya se han puesto manos a la obra, comenzando a delimitar sus instalaciones para ganar tiempo por la meticulosidad del protocolo.

No parece el caso del Sporting, que cuenta con 112.000 metros cuadrados para garantizar el cumplimiento de las medidas, sobre todo en las primeras fases. Mareo dispone de cuatro campos de hierba natural, sin incluir el resto de las posibilidades que otorga la instalación: otros cuatro de hierba sintética (uno para fútbol 8), un espacio de entrenamiento específico de porteros, un campo de fútbol-playa y una pista de fútbol-sala. Esta oferta permitiría que los futbolistas de la primera plantilla pudieran trabajar en los parámetros marcados, que limitan la presencia a dos jugadores por terreno de juego, con un máximo de ocho en toda la instalación al mismo tiempo. Eso, en la fase de preparación física en solitario.

De lo que sí está a la espera el club es del traslado de las fechas definitivas para organizar su día a día y el turno de los futbolistas que irán pasando por Mareo en esas primeras fases, las más complejas, hasta que el equipo se acerque a la normalidad. Los técnicos han empezado a valorar con los jugadores algunos aspectos de esa inédita readaptación. Miroslav Djukic y específicamente Fran Albert han insistido a los futbolistas en la necesidad de exigirse al máximo en estas semanas de mantenimiento en los domicilios.

Una de las bases sobre las que se asienta el protocolo de la Liga hace especial hincapié en evitar la cercanía entre los protagonistas. El propio cuerpo técnico, de hecho, solo podrá supervisar la fase de trabajo en solitario «a distancia». Y aunque se contempla que en ella los jugadores lleguen ya vestidos para ejercitarse a las instalaciones, Mareo dispone de diez vestuarios -incluidos los del anexo al campo número 5- para evitar cualquier riesgo de contacto y garantizar el aislamiento.

En dos alas distintas

El único 'pero' de Mareo estaría en el número de habitaciones para acoger una posible concentración, una opción que recoge el protocolo. Actualmente, el club cuenta con unas dieciocho, ubicadas en la planta superior del edificio de vestuarios y distribuidas en dos alas distintas. Tres de ellas son individuales, trece dobles y otras dos están diseñadas como triples. Pero las recomendaciones de la Liga demandan habitaciones individuales para mantener la distancia.

Si prosperase la idea de las concentraciones, una medida que agrada poco a la AFE, no se descarta habilitar otra habitación, como algún despacho. O buscar fórmulas alternativas. No obstante, todo está en el aire, dependiente del protocolo definitivo. Habitualmente, Djukic trabaja con 24 futbolistas, incluyendo a los jugadores del filial Christian Joel, Bogdan y, desde marzo, José Gragera. Por lo demás, Mareo está preparado para la acción.