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MARIO ÁLVAREZ
GIJÓN.
Miércoles, 2 de febrero 2022, 03:22
Paz Fernández Felgueroso (San Sebastián, 1937) fue alcaldesade Gijón desde 1999 a 2011 y le tocó lidiar con años convulsos en la economía del Sporting. Ella, en contra de muchas voces, aceptó la compra de Mareo que salvó al club de una posible desaparición. Ahora, ... después de conocer por EL COMERCIO la noticia de la ampliación de la escuela de fútbol, se une al aplauso general a la iniciativa.
-¿Qué opinión le merece la idea planteada por el Sporting de ampliar de Mareo?
-Es muy positiva. Como apuntaba ayer EL COMERCIO, cuando hay un consenso político tan amplio, sin apenas matices entre las distintas formaciones políticas, podemos tener claro que se trata de algo cuyo beneficio, tanto para el club como la ciudad, es incalculable. Además, se trata de una inversión privada por lo que al final, toda la ciudad sacará partido de algo que no nos costará absolutamente nada.
-El Ayuntamiento desvinculó la recompra de Mareo de este proyecto.
-Lógico. Creo que son cuestiones perfectamente diferenciables. Desde mi punto de vista, la recompra no se debe mezclar con ampliar Mareo. El cambio de propiedad debe producirse cuando ambas partes alcancen un acuerdo claramente satisfactorio. A día de hoy, estoy fuera de la escena pública y desconozco cuál será el mejor momento. Solo puedo decir que este tiene que ser fruto de un diálogo fluido que seguro que se produce. El equipo de gobierno siempre ha demostrado su predisposición a ayudar en lo posible.
-¿Cómo fue su relación con el Sporting durante su mandato?
-Me tocó vivir una época muy delicada. Posiblemente, la más compleja de todas. Allá por el año 2001, el club solicitó reunirse con nosotros para buscar alternativas a su realidad económica. Solo con la compra de Mareo, se podía garantizar la supervivencia del equipo.
-Hubo gente que se opuso a esta operación.
-Tanto es así, que la pudimos llevar a cabo porque teníamos la mayoría suficiente. Tanto el Partido Popular como Izquierda Unida votaron en contra. También es cierto que los que estábamos en el poder éramos nosotros y actuamos con responsabilidad. Si no hubiéramos comprado la ciudad deportiva en 2001, el Sporting habría desaparecido.
-Pero el dinero que se destinó a la operación, se podría haber invertido en otras cosas. ¿Por qué a un club de fútbol se le ayuda cuando tiene un problema con Hacienda y no a un ciudadano que pierde su casa?
-Ese argumento es tramposo porque sirve para criticar cualquier operación. No se pregunta si llevarla a cabo es razonable, se centra en un coste de oportunidad que se puede aplicar a toda medida. Nosotros, los socialistas, siempre hemos estado del lado de la gente y, ojo, toda ayuda es poca. En cualquier caso, para ser precisos, hay que entender que nosotros no prestamos dinero al Sporting a fondo perdido. Eso jamás lo habríamos hecho y además tengo dudas de que fuera legal.
-¿Qué se hizo entonces?
-Se compra un bien que el Sporting se iba a quedar sin él. De este modo, pueden seguir haciendo uso de Mareo, pero nosotros no le regalamos el dinero y se evita que ese terreno caiga en la especulación.
-Técnicamente es como usted dice pero en la práctica el Ayuntamiento realiza una compra que no entraba en sus planes para salvar al Sporting.
-El objetivo era salvar al club, pero, insisto, jamás lo hubiésemos hecho a fondo perdido. Con este encaje, todos salíamos beneficiados porque hay que tener en cuenta que lo que sea positivo para el club, siempre lo será para la ciudad. Y con el didactismo que requería la situación, pues la sacamos adelante.
-A qué se refiere al hablar de didactismo.
-Adoptamos esa decisión, convencidos de que era la mejor. Eso implica que tenemos que explicar a la ciudadanía cuáles son los motivos por los que manteníamos tal posición. Y, por supuesto, esto pasaba por poner de relieve lo que económicamente significa que al conjunto gijonés le vaya bien. No tengo los datos exactos, aunque se han realizado estudios sobre ello, pero hay una clara diferencia de cuando el Sporting está en Primera o en Segunda. Los desplazamientos de aficiones, en la categoría de plata, son muchos más puntuales. Un Sporting fuerte es un gran reclamo turístico y hostelero.
-¿Coincide con Pablo González del PP en que es necesario que el Ayuntamiento invierta en mejorar la fachada de El Molinón?
-La fachada me encanta, pero hay un problema de mantenimiento del que no tiene responsabilidad el Ayuntamiento. Hubo una concesión y, por tanto, es una empresa externa la que se encarga. El PSOE siempre ha contribuido a que El Molinón fuese un campo con vida más allá de los días de partido.
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