«Jamás me arrepentiré de volver»

Jony, la bandera del Sporting de los últimos años, uno de los pocos reclamos ilusionantes a una temporada plagada de errores y malas decisiones, habló ayer sin rodeos de la realidad. La más difícil que le ha tocado vivir en su carrera. A falta de doce jornadas, el equipo tiene que espantar el riesgo del descenso a Primera RFEF, con la Real Sociedad B arreando. Así, no vio comparación posible con el año del ascenso de los 'guajes', con fases de impagos y un proyecto que debía subir a Primera para garantizar la supervivencia del club. Esta situación, asumió Jony, «es peor». Y lo argumentó con el dictado de la historia, sin que el Sporting se haya salido nunca del circuito profesional: «Este club no ha tenido nunca entre sus objetivos estar en Segunda luchando por salvarse, tiene que estar en Primera». Por eso, elevó la voz y pidió «ser realistas y afrontar la situación como viene. Estamos siendo muy autocríticos».

«Tengo mi culpa»

El propio Jony se puso a la cabeza, crítico con su rendimiento, pero sin arrepentirse de su vuelta. «Soy feliz y jamás me arrepentiré de la decisión de volver al Sporting», sentenció. Todo el mundo, resumió, «pensaba que la situación iba a ser otra, que los resultados iban a acompañar, que se iba a ver un mejor Jony antes, pero es lo que toca vivir». Pero no se rindió: «Tengo mi culpa y no puedo hacer más que trabajar para buscar mi mejor versión». Se puso, eso sí, de perfil ante la etiqueta de líder. «No me considero un líder, sino una persona que asume una responsabilidad grande. Esto no va de uno, dos o tres, esto es un equipo de 25 personas», opinó. Y que deben entenderse: «Falta más comunicación en el campo».

Su mensaje fue machacón con respecto al sentimiento del vestuario, responsabilizado con el delicado escenario. «Le puedo asegurar que dentro de esta plantilla somos muy conscientes de la situación que tenemos entre manos», prometió, sin apreciar un problema en el exceso de juventud para pelear por una permanencia en doce finales. «Es gente joven, pero igual de madura y comprometida que el resto», defendió. En su cabeza, solo una obsesión: «Ganar este domingo». Porque la situación es crítica.

«Entiendo los miedos porque esta situación es nueva para todos», subrayó, reiterativo en que «estoy seguro de que con un resultado positivo el domingo se verá todo de otra forma». No se atrevió, eso sí, a hacer un llamamiento a El Molinón. «No estamos para exigir nada, pero la gente está con nosotros», observó, visualizando ante el Tenerife un estadio que «apriete al rival y que nos ayude, pero antes debe ver un equipo sólido y con las cosas claras, que salga a morder».