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«Abatido». Así se encontraba el Sporting después de caer por 1-3 en El Molinón ante el Tenerife, un equipo que llegaba a Gijón a nueve puntos de la salvación. Lo explicó Rubén Albés en la sala de prensa, quien dejó varios mensajes de calado. El primero, que «no es momento de jugar con reproches hacia nada ni hacia nadie», sino de «estar muy cerca unos de otros, de estar muy fuertes los unos con los otros. Los reproches podrán venir al final, cuando nos salvemos», afirmó el preparador del conjunto rojiblanco.
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El partido que se disputó este sábado se planteó desde algunos sectores como una última oportunidad para un entrenador cuyo equipo acumula una sola victoria en los últimos diecisiete partidos y que cuenta por derrotas los tres encuentros más próximos disputados. Preguntado por si había hablado con la directiva, Rubén Albés señaló que no y apuntó además que en su cabeza no está la idea de dimitir. «Si sintiera que no puedo aportar por supuesto que lo diría. Tengo capacidad suficiente y creo en los futbolistas. Esto va de encontrar soluciones y convivir con un nivel de estrés muy alto».
Es por ahí por donde cree Rubén Albés que sangró este sábado el Sporting. En el análisis del partido el técnico vigués apuntó que el equipo empezó «algo nervioso», pero que luego fue recuperando señas de identidad como la verticalidad. Tras el primer apreció el preparador que el Sporting «pudo hacer el segundo», pero el tanto del Tenerife cambió el partido. «Encajamos gol en un error y perdemos la confianza. Luego llega el segundo muy rápido y casi se acaba ahí el partido».
La deriva del equipo tras el empate visitante, incapaz de detener la sangría, es lo que ocupa a Rubén Albés. «Queremos mucho, pero quizá por exceso nos equivocamos más de lo que deberíamos. Cuanta más voluntad estoy poniendo, estoy tomando peores decisiones, así se vuelve complicado ganar».
La tensión a la que se verá sometido el equipo, lejos de rebajarse, no hará más que crecer los próximos días. El Sporting visita al Eldense en un partido a vida o muerte por la permanencia. «La realidad es la que es. Esto no va en relación a un tema futbolístico sino en tomar buenas decisiones independientemente de la situación». Rubén Albés es consciente de lo mucho que se juega el equipo la próxima semana. «Será un partido de saber controlar muy bien. Iremos con la máxima motivación, pero debemos ser capaces de que no nos bloquee», afirmó el técnico vigués.
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