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«El partido se afronta con los que estamos, estando más cerca, más unidos y siendo más fuertes». Rubén Albés se esforzó ayer en mantener ... un enfoque optimista de la situación del Sporting, torpedeado por las bajas: seis –si se cuenta a Yáñez, pendiente del TAD, y con el posible regreso de Cote–, a los que habría sumar los tres dudosos de última hora que destapó el propio entrenador: Nico Serrano, Dotor y Kevin. La sangría de los problemas físicos no para. «Son circunstancias», se encogió de hombros Albés, empeñado en hacer de la necesidad virtud. «Podemos salir mucho más reforzados y, como el Ave Fénix, mucho más fuertes, renaciendo, o nos podemos dedicar a llorar. Yo no voy a ser quien llore en una rueda de prensa o delante de mis futbolistas», avisó.
El mensaje lo aguantó hasta el final, despidiéndose de los medios con el mismo ánimo: «¡Vamos chicos, ánimo, vamos para adelante!». Detrás quedaba una extensa rueda de prensa, durante la que adelantó que el club recurriría al TAD la segunda tarjeta a Yáñez –solicitando, de paso, la cautelar–, confirmó la recuperación de Cote y destapó, por último, a esos tres jugadores entre algodones para mañana (El Alcoraz, 18.30 horas).
Comenzando por la situación de Yáñez, el entrenador avisó de que «no sabemos cuándo nos responderán». De ahí que anticipase que «es posible que Rubén viaje con nosotros a Huesca si no está resuelto». En todo caso, si la resolución del TAD también falla, manifestó confianza en Christian Joel: «Si no está Rubén, tenemos a 'Cuba', que ha hecho buenos partidos».
A partir de ahí actualizó un parte médico extenso. «Es una semana complicada», adelantó. «Tenemos algunas dudas en cuanto a algunos jugadores si van a estar en condiciones: los casos de Dotor, Nico y Kevin, más allá de las bajas. Ha entrenado con nosotros un par de días Enol Prendes y, en función de cómo esté todo, valoraremos incorporar a algún jugador del filial», detalló. Profundizó en el estado de Nico: «Estamos pendientes del informe de sus pruebas. Somos moderadamente optimistas, pero vamos a esperar».
A los jugadores los vio «con ánimo de revertir la situación». También explicó, sin rodeos, que en el vestuario «se habló de que el objetivo consiste en conseguir los 50 puntos lo antes posible para no alargar el sufrimiento».
A su situación profesional, con David Guerra ratificándole al inicio de la semana, no le dedicó mucho tiempo. «Siento la confianza del club, no solo de David Guerra, y no entro a valorar si me sorprende o no (la ratificación). Sé lo que yo siento y la tengamos o no, tratamos de rendir a nuestro máximo nivel», prometió. Tampoco se confesó inquieto por el desgaste social que pueda sufrir: «Me preocupa dar la vuelta a esto. Cuando termine la temporada, veremos en qué situación estamos cada uno».
«Queremos dar un portazo a mirar abajo», remachó, asumiendo, a la vez, que «todo el mundo está preocupado» por el cambio de objetivo, pero sin caer en el lamento: «No podemos esperar nada ni a nadie, seamos muchos o pocos, tengamos carencias... Tenemos que ser nosotros los que lo saquemos adelante».
En mitad de su alocución fue cuestionado por la destitución de Aitor Zulaika al frente del filial: «No entro a valorar la justicia o no de las decisiones. Siempre es triste cuando se destituye a un entrenador y más si has compartido cosas con él dentro del club. Teníamos una buena comunicación. Es una persona íntegra y trabajadora, y solo puedo decir buenas cosas». Luego, el entrenador volvió sobre sus pasos, una vez más, para reclamar a sus futbolistas «un paso adelante». «Más mental», eso sí. «Hay que sacar el carácter para los momentos críticos. Es lo que nos exige este escudo», machacó.
Hizo un paréntesis para valorar la situación de Nacho Méndez, al que sustituyó en el descanso del partido contra el Albacete después de que un sector de El Molinón cargase contra él. «El otro día no estuvo bien y el público le reconoció que no estuvo bien», relativizó. Eso sí, quiso poner en valor que «es un jugador que se ha criado aquí, con sus aciertos y sus errores, y eso a uno le hace más daño». Probablemente, razonó, «si no fuera del Sporting, le daría más igual». Y cerró filas en torno al '10': «Le necesitamos, es uno de los líderes de este equipo, tiene un buen nivel futbolístico y no nos podemos dejar a ninguno. Hay que contar con todos».
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