![Albés, tras el partido del Sporting contra el Albacete: «Nos devoró el partido y no supimos pararlo»](https://s1.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/2024/10/27/99280370-kl7B--1200x840@El%20Comercio.jpg)
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En medio de la locura en Albacete, el Sporting logró sumar un punto. «Volvió el cine al Belmonte», comentó Rubén Albés en su primera intervención, ya en sala de prensa, una vez finalizó el encuentro. «Nos encontramos con un Albacete que ha hecho un muy buen partido. Nos vamos con un punto, nos hubiese gustado que fueran tres, aunque pudo ser ninguno», continuó el preparador, aún sorprendido por lo visto sobre el terreno de juego.
Albés se mostró franco. Se sinceró ante los medios para reconocer que «no se nos puede escapar este partido, independientemente que se nos viera con una marcha menos que el rival. Para decirnos que somos un muy buen equipo no se nos puede escapar un partido así».
Su análisis de lo sucedido fue claro: «El campo estaba muy rápido. Los primeros minutos teníamos mucho más tiempo. Luego nos robaron mucho y generó que el Albacete creciera en el partido. No supimos reducir los riesgos. Creo que nos devoró el partido y no fuimos capaces de pararlo». Además, el titular del banquillo rojiblanco admitió que «pensaba que iba a ser un partido mucho más aburrido. Fue un partido loco, pudo pasar cualquier cosa».
La segunda parte de su equipo fue insuficiente. El Albacete igualó la contienda y pudo adelantarse en el marcador. «Tuvimos que contener más que amenazar. Tuvimos que intentar cerrar el partido de otra manera», subrayó el preparador gallego. Fue un partido loco. Y Albés lo asumió ayer en la sala de prensa: «Soy atrevido y valiente, pero ha sido demasiado. No es lo que buscamos. Queremos tener más control dentro de los partidos abiertos».
Cuestionado por las concesiones de su equipo al rival en el área rojiblanca, el técnico dijo que «la fragilidad defensiva la tuvimos en este partido. No solo por los goles, sino porque concedimos mucho con los centros. Pero no es habitual en nosotros». Antes de volver al autocar, el entrenador del Sporting destacó que «los jugadores están muertos, lo dieron todo».
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