«Estoy muy orgulloso de mi pasado en el Sporting»

«Uno mira el potencial que tiene el Sporting y ve jugadores muy destacables y un grupo que vive del bloque, compacto, intenso. Lo mismo es lo que va a tener delante», asegura el guardameta catalán en conversación con EL COMERCIO, restando, en todo caso, dramatismo a la cita. «Seguirán quedando treinta puntos en juego pase lo que pase. Una derrota no debería ser para ninguno un trauma porque hay muchos enfrentamientos directos todavía. Pero sí, es un partido bonito y duro», remacha.

En su disco duro conserva intacto y fresco el recuerdo de su paso por Gijón, coronado por un histórico y crucial ascenso y una permanencia. Ya no estaba Trejo, el otro exrojiblanco del Rayo. «Estoy muy orgulloso de mi pasado en el Sporting», subraya, pese a que las oportunidades escasearon en esas tres temporadas en las que estuvo a la sombra de Cuéllar, aunque vivió en competición citas memorables como aquel inspiradísimo partido en El Sadar de 2015.

«Lo único que puedo decir es que desde que me fui solo he recogido muestras de gratitud y cariño. Estoy muy contento con las participaciones que tuve en Primera y en Segunda, y me quedo con lo que me aportó un colectivo y la transición que protagonizamos en un gran club, con muchos problemas económicos, para que tuviera una vida por delante formidable. A nivel personal, el protagonismo que venía buscando tenía un fin y al final tuvo otro camino, pero estoy muy contento», resume.

La relación con sus excompañeros se mantiene. De hecho, esta semana ya ha intercambiado algún mensaje con Jony. «Es un jugador de una categoría superior», enfatiza. «Ha demostrado que donde puede encontrar su punto máximo de confianza es llevando la camiseta del Sporting. La relación Jony-Sporting tiene que ser el camino», observa sobre el futuro.

Sentimentalismos al margen, Alberto, que llegará hoy a Gijón al frente de su equipo, reitera que «las plantillas del Sporting y del Rayo están formadas por jugadores casi de Primera y va a ser un partido bonito».