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Sporting

Adiós a una temporada para olvidar del Sporting (2-0)

Los rojiblancos caen ante el ya descendido Extremadura

Andrés Maese

Gijón

Viernes, 17 de julio 2020

Se terminó, por fin, la temporada del Sporting. En realidad lo hizo en Albacete cuando los rojiblancos se dejaron empatar en el segundo tiempo, pero desde hoy se acabaron los cálculos y las excusas para eludir cualquier tipo de crítica a un año lamentable.

Lamentable por la confección que hizo Miguel Torrecilla de una plantilla que a lo máximo que aspiró fue a no pasar apuros en la lucha por el descenso. Lamentable por el juego ofrecido durante toda la temporada, por la nula apuesta por la cantera, por la falta de gol, por la ausencia de criterio desde el banquillo y por no haber estado en ninguna jornada entre los seis primeros clasificados.

Extremadura

Collao; Ale Díez, Bastos (Pardo, m.45), Fran Cruz, Borja Granero, Nono (Rocha, m. 45), Cristian, Pinchi (Álex Alegría, m. 45), Carrasco (Lele, m. 69), Mosquera (Airam, m. 64) y Sabit.

2

-

0

Sporting

Mariño, Molinero, Valiente (Bogdan, m. 45), Babin, Damián, Javi Fuego (Gragera, m. 75), Pedro Díaz, Murilo, Manu García (Nacho Méndez, m. 53), Aitor García (Gaspar, m. 45) y Djuka (Álvaro Vázquez, m. 45).

  • goles 1-0: m. 32, Carrasco. 2-0: m. 41, Pinchi.

  • Árbitro Díaz de Mera. Amonestó en el Extremadura a Cristian; y en el Sporting a Marc Valiente, Javi Fuego, Babin, Gaspar, Damián.

  • Incidencias partido disputado en el Francisco de la Hera a puerta cerrada

El cúmulo de despropósitos tuvo en Extremadura el mejor reflejo de lo que fue el tercer proyecto de Miguel Torrecilla. El iluso Sporting se presentó en el Francisco de la Hera en busca de una carambola casi imposible de suceder, pero erró en sus cálculos. Principalmente porque en ninguno de los planes se encontraba que un equipo de Segunda División B, con infinitas ausencias, pasara por encima de los hombres de Djukic en tan solo diez minutos. Ni uno más y ni uno menos.

Los 35 grados de temperatura con los que comenzó el partido hizo más que necesaria la pausa de hidratación. Como siempre a la media hora del inicio. Antes de ello, Aitor García vio como se le anuló un gol por fuera de juego posicional de Uros Djurdjevic. El serbio volvió a ser titular y tan solo se le pudo ver gesticular contra sus compañeros un par de veces. En el descanso se quedó en el banquillo. La paciencia tiene un límite.

El choque se reanudó con los futbolistas bien hidratados. Fue entonces cuando Carrasco, jugador del filial, atropelló al Sporting, al sportinguismo y a Djukic. Ese entrenador que dice haber apostado por la cantera. En Extremadura quiso morir con sus hombres, ninguno del filial, y cuando hincó la rodilla introdujo a Bogdan y Gaspar. Gestos entendibles cuando uno se juega su futuro sin importarle el club en el que milita porque tiene los días contados.

La primera jugada tras la parada de hidratación se convirtió en gol. Un desajuste defensivo, otro más para la colección, lo aprovechó Carrasco para fusilar a Mariño. El mejor jugador de la temporada no pudo hacer nada ni en el primero ni en el segundo tanto del Extremadura. Diez minutos después, un nuevo fallo defensivo permitió que Pinchi aumentara las distancias en el marcador. Increíble, pero cierto.

Los locales se fueron al descanso venciendo y superando con holgura a un rival que en teoría se estaba jugando algo. Ese inalcanzable 'play off' que tanto añoraron los rojiblancos en la presente campaña.

La segunda mitad se desarrolló sin sobresaltos. Tal y como se esperaba. Con el 2-0 en el marcador, el Extremadura continuó con su partido y el Sporting intentó darle la vuelta al marcador con más corazón que cabeza. Sin orden, sin criterio y con imprecisiones que complicaron aún más el objetivo de remontar el choque.

Redebut de Gragera

La segunda pausa de hidratación sirvió para que José Gragera viera recompensado su trabajo con el primer equipo. Le costó a Djukic ofrecerle la alternativa al canterano y esperó al último cambio para utilizar al centrocampista. Con el dorsal 29 en la espalda, el rojiblanco hizo acto de presencia sobre el terreno de juego.

El presente y futuro del Sporting pasa por ellos. Por los guajes, por los futbolistas que llevan mamando sportinguismo desde que son pequeños y luchan por cumplir su sueño de jugar con el primer equipo. Así debería de jugar el equipo su último partido de un curso para olvidar. Con Guille Rosas, Gaspar, Gragera, Bogdan, todo ellos al el terreno de juego. Eso es el Sporting y a Djukic le ha costado entenderlo. Su labor es reconocida y se ha de agradecer, pero hasta ahí.

La autocrítica es innegociable. Obligada para todos. Empezando por los futbolistas y terminando por la directiva. El Sporting no puede pasearse por Segunda División como lo ha hecho estos últimos años. El resultado es obvio. Ofrecer la totalidad del mando a Torrecilla fue un error que tardará en solucionarse.

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