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Europa vuelve a pensar en implantar el servicio militar obligatorio entre los jóvenes. Después de más de veinte años de que España suprimiera la 'mili', en Alemania se están planteando la necesidad de recuperarla.
A finales de febrero se celebró la Conferencia de Seguridad de Múnich, donde Boris Pistorius, ministro de Defensa de Alemania, se mostró 'simpatizante' del modelo sueco de reclutamiento. En Suecia, cuando los jóvenes terminan la enseñanza secundaria son sometido a un examen médico que determina su idoneidad física para formar parte del ejército, y en caso positivo, son llamados a filas.
Por otro lado, si los jóvenes lo desean, pueden presentarse voluntarios. En los últimos años el número de voluntarios no ha hecho necesario llamar a nadie para que preste servicio obligatoriamente.
El ministro de Defensa alemán ha realizado tras la Conferencia de Seguridad un viaje por los países escandinavos próximos a Alemania para conocer de primera mano sus políticas de reclutamiento.
El diario alemán 'Der Spiegel' publicó el 5 de marzo una instrucción interna del Ministerio de Defensa en la que declara que «tiene la intención de tomar una decisión sobre la dirección del servicio militar obligatorio antes de que finalice este período legislativo». Lo que significa que debería pasar por el parlamento alemán antes de las elecciones de 2025.
En nuestro país fue tras la victoria de José María Aznar en 1996 cuando se empezó a creer en la posibilidad de que acabara una obligación que para entonces contaba ya con un amplio rechazo social y numerosos colectivos dedicados a la promoción de la desobediencia civil y la insumisión. Muchos de estos colectivos rechazaban tanto el servicio militar como la prestación social sustitutoria por considerarlo un 'secuestro legal' por parte del estado.
Cuando el gobierno popular necesito del apoyo de los nacionalistas catalanes en 2001, Jordi Pujol exigió la supresión de la 'mili' entre otras cosas a cambio de sus votos. Desde enero de 2002 el ejército español se nutre de voluntarios. El propio Pedro Sánchez, que realizó el servicio militar en Cáceres y se licenció en 1996, dijo sobre su paso por el ejército: «Fue una pérdida de tiempo».
Ahora que vuelven a sonar bombas y misiles en Ucrania y Gaza, regresa a Europa el debate sobre la obligatoriedad del servicio militar.
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