Así vivió un asturiano su viaje en un Jaguar sin conductor: «No tuve sensación de peligro»

¿Se atrevería a subirse a un coche sin conductor? Parece ciencia ficción y cuando se ve uno por primera vez, quizá asuste, pero pasa más de lo que nos creemos. Eso precisamente es lo que ha hecho Erik Garabaya, asturiano residente en San Francisco, en Estados Unidos, que se animó a viajar en un Jaguar que conducía solo, sin nadie al volante y nos ha contado su experiencia. «Lo cierto es que aquí se ven muchísimo y son bastante llamativos porque llevan cámaras», explica este joven de Avilés de 29 años.

«Al principio cuando los vi pensaba que eran coches de Google. Luego me di cuenta de que eran Uber y decidí probar uno». Y así, entre la duda y la curiosidad, llegó la iniciativa. Erik cogió su móvil y reservó uno de estos coches que están completamente equipados, con tecnología avanzada, sensores, sistemas de navegación e Inteligencia Artificial para hacer de la experiencia algo seguro. Y seguro dice que se sintió. «Solo circulan por calles que son lentas, no tienes sensación de peligro. Funciona muy bien», detalla este avilesino.

Eso sí «todo es muy moderno cuando entras al coche. Te aparecen unas instrucciones en la pantalla para que no te sientes en el lado del copiloto». Y empieza la aventura... «No tuve sensación de peligro en ningún momento durante todo el recorrido. De hecho, de camino nos encontramos con un coche que tenía la puerta abierta y el vehículo en el que yo iba se paró. Funcionó todo muy bien», agrega Erik. De hecho el pasajero puede escoger la música o emisora para hacer el viaje más ameno y en GPS puede ver la ruta y el recorrido que sigue el vehículo en todo momento.

Sin ninguna intervención humana, estos coches son capaces de desplazarse por la ciudad y tomar decisiones de manera segura ante cualquier imprevisto. Para ello, están dotados de sensores y cámaras además de inteligencia artificial, la cual es el cerebro del coche. A través del procesamiento de grandes cantidades de datos en tiempo real, el sistema puede interpretar el entorno y tomar decisiones complejas, como cuándo frenar, acelerar, cambiar de carril o detenerse ante un semáforo.

Hasta el momento los que hay actualmente en el mercado son coches que se clasifican según su nivel de autonomía. Así, están los del 0 al 5, donde el nivel 0 representa la ausencia total de automatización y el nivel 5 implica la conducción completamente autónoma sin necesidad de intervención humana. Los coches actuales en el mercado, como los de Tesla, generalmente alcanzan el nivel 2 o 3, lo que significa que tienen sistemas avanzados de asistencia al conductor, pero aún requieren que el humano esté atento.

Este tipo de vehículos no son nada nuevo ya que la conducción completamente autónoma se presentó ya en el año 2021 con el primer Ioniq 5 robotaxi. Poco después empezó a prestar servicio al público en funciones de taxi autónomo en Las Vegas donde no hubo ni un solo incidente.

Los informes hasta ahora de este tipo de vehículos señalan que son similares en números a los coches que manejan los humanos. Porque si se analizan los incidentes por millón de kilómetros recorridos, los taxis autónomos presumen de un 72% menos de accidentes con heridos, un 84% menos de colisiones en las que se haya desplegado algún airbag y un 51% menos de siniestros en los que haya tenido que acudir la policía.

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