Viruela del mono: optimismo con prudencia

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En España, el Ministerio de Sanidad ha detectado hasta ahora 186 casos de viruela del mono, la gran mayoría de ellos, 141, en Madrid. El otro gran foco de contagios ha sido Gran Canaria tras la celebración del Orgullo Gay de Maspalomas. En todo el mundo, según los últimos datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), se han detectado 557 enfermos. España es el país con más casos de la Unión Europea, que hasta el 31 de mayo había contabilizado 321, y el segundo en el mundo, tras Reino Unido, que tiene 179. En tercer lugar está Portugal, con 96, y por detrás, Holanda y Canadá, con 26. La mayoría de los casos se han notificado entre hombres que han mantenido sexo con otros hombres, pero las autoridades sanitarias han sido muy claras: ni se trata de una enfermedad de homosexuales ni la población heterosexual está libre riesgo. De hecho, España ya ha registrado un caso en una mujer.

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Los expertos son relativamente optimistas. «De momento, la evolución del brote está siendo la esperada», explica Javier Membrillo, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc). «Es normal que tras la detección de los primeros casos sigan apareciendo otros relacionados, pero lo más probable es que el brote esté controlado en días o en semanas», anticipa este experto. La clave estará en que no haya cadenas de transmisión descontroladas. «Pero es muy difícil que eso ocurra, sobre todo porque las personas que se mueven en los ambientes de riesgo ya conocen los síntomas y no van a querer mantener relaciones con personas que estén enfermas», subraya. Los síntomas son, básicamente, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y agotamiento, pero sobre todo, erupciones. Además, Membrillo recuerda que la enfermedad se transmite por contactos estrechos a través de fluidos. Las infecciones se pueden producir por la saliva, excreciones respiratorias, contacto con el exudado de la lesión o el material de la costra o por las heces.

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El catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca Raúl Rivas cree que en las próximas semanas se reducirán los brotes y augura que «para julio la enfermedad puede estar controlada». «No estamos en una situación como la covid, ni mucho menos», tranquiliza Rivas, que sin embargo, pide que no se baje la guardia ante una posibilidad que sigue abierta: «En este brote son muy importantes las mascotas porque pueden contagiarse. Por eso los enfermos deben aislarse de los animales. En un escenario pesimista, podría ocurrir que el virus se transmitiera a los animales (domésticos o salvajes) y que estos, periódicamente, contagiaran a otros animales o a personas. De esta forma, las mascotas podrían convertirse en un reservorio del virus», destaca el profesor.

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Salvo una explosión de contagios que ahora mismo nadie espera, la vacunación masiva de la población está descartada. En cambio, el Ministerio de Sanidad sí estudia la vacunación de los infectados y de sus contactos de riesgo, una estrategia llamada 'de anillo' similar a la de otros países europeos.