«El violador eres tú, son los pacos, los jueces, el Estado»

«Un violador en el camino... El violador eres tú, son los pacos (policías), los jueces, el Estado, el presidente...», acusa con el índice el colectivo feminista chileno Las Tesis, autor de una potente 'performance' que denuncia la violencia sexual que el patriarcado ejerce contra las mujeres y que ha conseguido, en cuestión de unas pocas semanas, que lo hagan suyo compañeras de Bogotá, París, Buenos Aires, Nueva Delhi, México, Madrid o Estambul. Allí Erdogan no ha dudado en mandar a su caballería a sofocar a palos la réplica turca de la protesta, y con ella una letra que le parece inapropiada. El mandamás otomano va tarde; mujeres de medio mundo han puesto en su boca una canción que viste ya hechuras de himno.

Las Tesis es un grupo de cuatro artistas treintañeras de Valparaíso -Dafne Valdés, Paula Cometa, Sibila Sotomayor y Lea Cáceres-, amigas desde la universidad, que hace un año y medio decidieron sumar fuerzas en un colectivo feminista que se asienta en el estudio de los textos de la antropóloga, escritora y activista argentina Rita Segato y en su idea de que las violaciones no son hechos aislados, sino acontecimientos político-sociales. El pasado 20 de noviembre, en su tierra natal, las jóvenes interpretaron por primera vez 'Un violador en el camino', sin sospechar que el impacto del acto público atravesaría océanos y continentes.

El colectivo realizó esta protesta en el marco del proceso de rebelión y violencia que vive desde hace casi dos meses Chile. Según el informe que el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) presentó el pasado martes, los Carabineros han sido objeto de 106 querellas por agresiones sexuales, que incluyen desde «órdenes de desnudarse y tocamientos» hasta «violaciones». No se trata de un fenómeno excepcional. Los datos oficiales indican que, solo en 2018, se registraron 15.533 delitos sexuales en el país -esto es, cerca de 42 cada día, aproximadamente dos por hora-, con un grado de impunidad escalofriante. Por cada agresión que se produce, entre tres y diez jamás llegan a conocimiento de las autoridades.

Que en la coreografía que acompaña la canción (en realidad, una especie de rap) Las Tesis lleven las manos detrás de sus cabezas y comiencen a realizar sentadillas cuando la 'performance' llega a los versos en que señalan «es femicidio, impunidad para mi asesino; es la desaparición, es la violación», no atiende a una mera casualidad. Intentan reproducir de esa manera uno de los métodos de tortura más utilizado por los Carabineros. Hace treinta años y a finales de 2019. Según Abofem, la red de abogadas feministas chilenas, los agentes desnudan a las mujeres «y las obligan a hacer sentadillas para revisar si almacenan algo en sus vaginas».

La última estrofa de 'El violador eres tú' también lleva más cera de la que arde cuando la entonan cientos de mujeres al otro lado del Atlántico y a este. «Duerme tranquila, niña inocente, sin preocuparte del bandolero, que por tu sueño dulce y sonriente vela tu amante carabinero». Las autoras de la letra la extrajeron de manera textual del himno institucional de los Carabineros. La composición, que lleva por título 'Orden y patria', posee una carga simbólica especial para la memoria de los chilenos. Durante la dictadura de Pinochet era de enseñanza obligatoria en las escuelas primarias. Insertado ahora en este grito de rebelión, Las Tesis vienen a decir que en Chile nadie duerme tranquilo.

Ajenas o no a su trasfondo histórico, el himno no solo traspasa fronteras geográficas. También idiomáticas. Mientras en algunas ciudades, como Londres, Ámsterdam o Nueva York,