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Las compras de segunda mano son cada vez mas frecuentes. Coches, productos electrónicos e informáticos, ropa, objetos de todo tipo... Obtener un buen precio es el principal objetivo pero nunca se deben perder de vista nuestros derechos y obligaciones, que son diferentes cuando la compra ... se hace a un particular o a una empresa. Vamos a imaginar la situación en la que se encuentra Pablo, un chico de 18 años que quiere comprar un teléfono móvil y descubre que tiene distintas e interesantes opciones en el mercado de segunda mano que le permiten adquirir con su presupuesto un terminal de alta gama, aunque sea usado, que no podría pagarse nuevo. Analicemos cada una de ellas:
1) Comprar el teléfono de un amigo que vende el suyo porque quiere uno nuevo.
En este caso Pablo podrá tener el teléfono en sus manos, tocarlo y probarlo antes de decidir si quiere comprarlo, pues la confianza y cercanía permiten este tipo de ventajas. Además seguramente sabrá de primera mano cuánto tiempo tiene el terminal y qué uso se le ha dado. Es posible que incluso el amigo de Pablo conserve la factura y pueda entregarla, lo cual es muy importante no solo para acreditar la propiedad sino también para comprobar según la fecha de la compra si aún existe una garantía en vigor que poder utilizar en caso de avería. En esta situación si Pablo decide comprar el teléfono debe constar la compraventa por escrito para evitar luego reclamaciones posteriores. Como hay confianza, si no desean hacer un documento de compraventa pueden al menos intercambiar correos electrónicos o, como mínimo, mensajes de WhatsApp poniéndose de acuerdo en la venta, precio y fecha de entrega. El amigo de Pablo tendrá que responder por vicios ocultos, tal y como establece el Código Civil, durante el plazo de seis meses, es decir, devolver el dinero o aceptar una rebaja en el precio en caso de que el terminal hubiera tenido, cuando se entregó, algún problema que no estaba a la vista y que era de suficiente gravedad como para que, en caso de conocerlo, Pablo no hubiera comprado o hubiera pagado un precio inferior. El plazo de seis meses es de caducidad, es decir, que si Pablo no presenta una demanda en el Juzgado dentro de esos seis meses ya no podrá hacerlo. Se puede renunciar a la posibilidad de reclamar por vicios ocultos, pero debería poder acreditarse la renuncia y no sería válida en caso de mala fe del vendedor. Seamos realistas, Pablo no va a llevar a juicio a su amigo. Si el teléfono sale mal y el otro no le devuelve el dinero la amistad peligrará seriamente. Esta opción tiene sus pros y sus contras pero hay que ser valiente para hablar de este tipo de cosas y poner por escrito lo que haga falta.
2) Comprar el teléfono a un conocido de un amigo que vende un teléfono que no sabemos de dónde proviene.
Esta opción es muy arriesgada, a no ser que Pablo empiece por pedir la factura de compra, que tiene que estar a nombre de quien le vende el teléfono. No puede confiar de quien no conoce y puede existir un riesgo de estar comprando un teléfono que haya sido robado. No hay que olvidar que los teléfonos de alta gama, a no ser que se hayan tomado precauciones en contra que no todo el mundo sabe manejar, pueden ser localizados cuando se encienden. Si se comprueba que quien lo vende es el dueño, son de aplicación el resto de consejos que le damos a Pablo en el apartado anterior.
3) Comprar el teléfono en una tienda física de productos de segunda mano.
Si Pablo compra el teléfono en una tienda abierta al público que vende productos de segunda mano será considerado consumidor y en consecuencia, al aplicarse la normativa sobre consumo, como mínimo disfrutará de una garantía de un año. Es importante conservar la factura o tique de compra y si el terminal se estropea llevarlo a la tienda, sin abrirlo ni manipularlo. Durante los seis primeros meses se presume que la falta de conformidad existía a la entrega del producto, pero a partir de ese momento la prueba recae sobre el consumidor. El precio será algo superior al que se puede conseguir en una tienda online o en una plataforma de venta de segunda mano, pero poder ver el producto y disfrutar de la garantía también tiene su valor.
4) Comprar el teléfono en una tienda online de productos de segunda mano.
Cada vez es más frecuente encontrar empresas, algunas muy conocidas, que venden productos reacondicionados. Como son empresas aplica la normativa de consumo, igual que cuando compramos el producto en una tienda física de segunda mano, con una garantía mínima de un año. Al ser tiendas online, existe además de la garantía un derecho de desistimiento, de forma que Pablo podrá optar por devolver el producto una vez que lo haya recibido si cambia de opinión y sin necesidad de justificar ninguna razón para ello, siempre que lo haga en el plazo de catorce días hábiles devolviendo el producto en el mismo estado que lo recibió. Por lo general estas compras suelen salir bastante bien pero, si no es así, Pablo tendrá que reclamar haciendo valer la garantía, para lo cual es imprescindible conservar la factura y seguir las instrucciones que se indiquen que generalmente pasan por enviar el móvil y esperar su devolución o sustitución.
5) Comprar el producto a un particular que lo vende en una plataforma online.
A través de estas plataformas son los particulares los que venden productos de segunda mano, por lo que se considera una compraventa entre particulares y no existe garantía de consumo, sino responsabilidad por vicios ocultos de seis meses, conforme al Código Civil. Antes de dar el paso Pablo debe consultar las condiciones de compra de la plataforma, porque hay unas reglas que serán de aplicación y que conviene tener claras. La mayor parte de las veces el pago se hace a la plataforma que retiene el dinero hasta que el comprador recibe el producto. Una vez han entregado el importe al vendedor lo normal es que se desentiendan, por lo que la reclamación habría que hacerla al particular, para lo cual es necesario contar con sus datos, porque en otro caso no vamos a poder reclamar.
Tras analizar todas las opciones Pablo está muy confundido. No es para menos. La verdad es que seguramente sus opciones van a reducirse en función del concreto modelo que teléfono que quiera comprar y el presupuesto que maneje, pues si busca algo muy concreto no será fácil encontrarlo.
Finalmente, sea cual sea la opción elegida es fundamental conservar documentación que acredite la operación y los datos del vendedor, probar bien el objeto adquirido y si no funciona correctamente reclamar lo antes posible utilizando la vía que en cada caso corresponda. Cuando la venta se realiza entre particulares y resulta de aplicación el Código Civil, en caso de no llegar a un acuerdo es necesario presentar una demanda en el Juzgado de Primera Instancia del domicilio del demandado, mediante un procedimiento judicial que no requiere ni abogado ni procurador si la cuantía no supera los 2.000 euros. En cambio, cuando la venta la haga un establecimiento y resulte de aplicación la garantía, su cumplimiento se puede reclamar a través de la vía de consumo, poniendo una hoja de reclamaciones. Esta opción no elimina la vía judicial pero es posible que la evite en algunas ocasiones. En cualquier caso comprar productos de segunda mano y dar una nueva vida a tantas y tantas cosas que aun son útiles y tienen recorrido, es una muy buena opción para Pablo y para el planeta.
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