Carta a ti, futuro inquilino, para que elijas a un buen casero

El primer consejo es que prepares tu oferta como futuro inquilino. ¿Alquilas para ti o seréis varias personas? Ten cuidado si vas a compartir esta responsabilidad con tu pareja, con amistades o compañeros de estudio o trabajo. Ese compromiso os une durante todo el arrendamiento pues tendréis que responder de las obligaciones solidariamente, es decir, en caso de incumplimiento el arrendador puede reclamar contra cualquiera de los inquilinos, siempre y cuando figuren en el contrato, el total de la deuda. Da igual que expliques que uno de los arrendatarios se ha ido, con o sin causa justificada. Si pagas más que tu parte podrás luego reclamar al otro para reintegrarte, pero esto puede ser un verdadero quebradero de cabeza. Dedica un tiempo a valorar unir tus intereses en esta cuestión solamente a personas de tu total confianza. En el caso de matrimonios que se divorcian o parejas de hecho que rompen hay reglas particulares pero la recomendación sigue siendo la misma.

Si no tienes suficiente confianza con nadie en particular pero no necesitas un piso completo, valora la posibilidad de arrendar una habitación, esta opción también tiene sus inconvenientes pero al menos respondes solamente de pagar tu parte.

Hecha esta reflexión, siendo uno o varios, es necesario contar con documentación que acredite la solvencia como, por ejemplo, un contrato de trabajo de duración indefinida, nóminas, vida laboral, trimestrales en el caso de que seas autónomo, etcétera. Si los ingresos de cada uno de los futuros inquilinos no superan los mil euros, será difícil conseguir un alquiler si el arrendador está bien asesorado porque puede resultarle difícil por no decir imposible embargar vuestra nómina si no pagáis la renta. En ese caso tienes que valorar conseguir un avalista con ingresos altos que esté dispuesto a firmar el contrato. Cuidado, el avalista responde de los impagos que se deriven del contrato incluso aunque tu hayas cumplido tu parte, cuando sois varios inquilinos. Así que no te recomiendo utilizar a tu familia si no tienes claro que tus compañeros son de fiar. Todo esto debe estar preparado con antelación porque algunas veces demorar varios días en recopilar papeles puede suponer que otro candidato se adelante y se quede con la vivienda.

Con estos deberes hechos, toca empezar a visitar pisos. Si se encuentran en vigor ayudas para el alquiler a las que pudieras tener derecho, te recomiendo revisar antes los requisitos para orientar la búsqueda a un alquiler que se adecue a los mismos ya que sino lo haces así después puede ser demasiado tarde.

Debes llevar preparada una lista de preguntas y anotar las respuestas para cada vivienda porque, aunque en ese momento te acuerdes, al cabo de una semana visitando inmuebles puedes confundirte. No olvides preguntar algunas cosas esenciales: importe de la renta mensual y si es precio cerrado o negociable, si admiten mascotas en caso de que las tengas, sistema de calefacción, agua caliente o aire acondicionado, precio estimado de los recibos correspondientes, muebles que van a dejar en la vivienda, posible existencia de humedades o cualquier otro problema, si en ese inmueble se puede contratar servicio de Intenet por fibra, si además de la fianza van a pedir un depósito adicional, si van a querer cobrarte cualquier otro gasto o comisión, si te van a exigir contratar un seguro, si te exigen una duración mínima del contrato, si te van a dejar hacer agujeros para colgar tus cosas o pintar a tu gusto, etcétera.

Ten en cuenta que muchas cosas están reguladas en la ley de forma imperativa y que incluso aunque un arrendador pretenda exigirlas podrían ser nulas pero no te engañes. Esto funciona así: un arrendador tiene unas expectativas y tu puedes negociar hasta un punto. Si tú no aceptas sus condiciones encontrarán a otro que sí las acepta. La pregunta es ¿qué debes hacer si te piden cosas que no deben como, por ejemplo, que pagues los gastos de la agencia, te ocupes tú de sufragar cualquier tipo de reparación en la vivienda o te exigen una fianza o depósito superior al legalmente establecido? Mi recomendación es que te plantes y exijas que el contrato se atenga a la ley y si no lo aceptan, simplemente sigas buscando. Ten en cuenta que ese arrendador no tiene ninguna intención de solucionar los problemas que puedan presentarse, va a dejarte a tu suerte cuando algo se estropee y quizás haya dificultades para lograr la devolución íntegra y puntual de la fianza. Aunque podrías acudir al juzgado a reclamar tus derechos, es un camino largo y tedioso, además de suponer un desembolso de dinero. Así pues, busca un arrendador que esté dispuesto a cumplir con sus obligaciones legales, ya que, no te quepa duda, va a exigir que cumplas tú las tuyas.

Un punto esencial es poder comprobar que quien te alquila la vivienda es la persona legitimada para poder hacerlo. Esto, que suele darse por descontado, es una comprobación esencial pues no pocas veces se arrienda un inmueble por quien no puede hacerlo. ¿Quién puede alquilarte una vivienda? Generalmente el propietario o el usufructuario. Si son varios propietarios deben haberse puesto de acuerdo por mayoría pero te aseguro que lo mejor es que todos estén de acuerdo, figuren en el contrato y firmen. Si quien te alquila es un usufructuario debes saber que la duración del contrato no podrá superar el tiempo que dure su derecho y si es vitalicio el tiempo que dure su vida. Si es una persona de avanzada edad te recomiendo que también firme el contrato el nudo propietario, para que pueda mantenerse incluso si falleciera aquél. No dudes en pedir justificación documental de la titularidad de la vivienda, ya que tú también vas a presentar información confidencial. Algunas veces puede firmar una persona en nombre del propietario si tiene poder para hacerlo pero en ese caso tienes que comprobar el contenido del poder para asegurarte que todo es correcto. Además, aunque parezca evidente, es necesario comprobar en el momento de la firma la identidad de la persona mediante su DNI, al igual que tú tendrás que enseñar el tuyo.

A mí me parece importante que puedas tener una conversación con el arrendador. Se que muchas veces se interpone una agencia pero después de que has firmado el contrato la agencia por lo general termina su servicio y cuando surja cualquier inconveniente no vas a tener la menor idea de con quien tendrás que tratar.Un arrendador de buen talante, con quien se pueda hablar y no se esconda, que esté dispuesto a escucharte y a solucionar los problemas que te puedas encontrar e incluso a darte facilidades, es una buena apuesta. También es un punto a favor que se establezca una forma de comunicación práctica y rápida: deberías tener el teléfono y el correo electrónico del arrendador y que en el contrato se permita expresamente esta forma de contacto porque no tiene sentido tener que enviar una carta o burofax para cualquier cosa que pueda resultar necesaria, aunque se reserve para algunos temas importantes.

Imagina que llegas a este punto: tienes claro si vas a alquilar solo o con alguna otra persona, has recopilado la documentación e incluso cuentas ya con tu avalista, has visitado varias viviendas y comparado todas ellas y hay una que te gusta mucho, tras preguntar y averiguar todo lo necesario y parece que encaja con tus expectativas. Has solicitado información sobre la titularidad de la vivienda y te han dado documentación e incluso un borrador del contrato de arrendamiento a firmar. ¿Qué tienes que hacer en este punto?

Comprobar que el contenido del contrato se ajusta a la ley antes de poner tu firma y, además, asegurarte de que en el contrato aparece el número de referencia catastral y un número de cuenta en el que vas a poder ingresar la renta o cualquier otro pago, además de adjuntar el certificado de eficiencia energética Nunca recomiendo pagar en metálico y muchísimo menos sin recibo. Cualquier pago que hagas debe poder acreditarse y debe declararse por quien lo percibe en su declaración de la renta, no sea que después tengas problemas para aplicarte la deducción por alquiler de vivienda y teniendo en cuenta lo que cuesta un alquiler, es un punto importante.

Si la vivienda se alquila amueblada debe figurar el inventario en el contrato, pero ten cuidado si se indica que todo está en perfecto estado. Mi recomendación es que se haga constar que tienes unos días para comprobar el funcionamiento de los servicios y poder comunicarlo al arrendador para que subsane lo que pueda ser necesario, antes de dar por sentado que todo funciona correctamente porque es imposible que en una visita rápida puedas comprobarlo todo como es debido.

Sí, para poder revisar el contrato o saber qué puedes exigir debes conocer la ley o buscar ayuda. Si no tienes ningún conocido experto que pueda asesorarte te recomiendo que pagues una consulta a un abogado de tu confianza, merece la pena, porque puede evitarte muchos problemas en el futuro, pidiendo algunos cambios en el contrato cuando aun estás a tiempo.

Quiero terminar con una reflexión: la mayor parte de los inquilinos son personas cumplidoras, que tienen la intención de pagar la renta y cuidar la vivienda. Sí, todos hemos tenido experiencias desagradables. Cuando digo todos me refiero a arrendadores y a arrendatarios. Porque en ambas partes podemos encontrarnos personas responsables o personas que pretenden abusar de su posición. Por ello no hay que generalizar. Todo lo contrario. Hay que ser muy minucioso al seleccionar la persona con la que se va a compartir algo tan importante como es un alquiler de una vivienda.

Más información aquí.