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Laviana. Carmen Soroa, Paola Begega, Amaya Saldaña, Bárbara Canteli y Alicia Fierro en la granja escuela Trasgu la Froda. J. M. Pardo
Turismo de granja en Asturias

Turismo de granja en Asturias

«A los guajes que vienen de grandes ciudades les encanta»

pablo antón marín estrada

Lunes, 3 de agosto 2020, 15:45

Descubrir que los tomates salen de una huerta, ver a una gallina poniendo un huevo o intentar 'catar' una vaca para extraer leche de sus ubres puede dejar felizmente alucinados a los niños criados en nuestro mundo hiperurbanizado y marcado por el uso de las nuevas tecnologías. Vivir esa experiencia es la propuesta de ocio familiar en verano que diversas granjas de la región ofrecen con el objetivo de pasar un rato divertido en una actividad al aire libre que sirve además para sensibilizar a las generaciones del futuro sobre el valor de los productos cultivados de manera tradicional o de la función que cumplen los animales domésticos en la economía rural.

Vacas en la granja de Conlléu, en Colunga. E. C.

En Armal, Boal, Noelia García y Pablo Vélez regentan desde 2013 la finca Pita Sana, en la que producen huevos ecológicos, faba asturiana y setas shiitake. Cultivan su propio maíz, con el que complementar la alimentación de sus gallinas y utilizan la tracción animal con una yegua. Desde el inicio del proyecto, explica Noelia: «Vimos también como una vía de diversificación la de realizar visitas guiadas, en principio enfocadas a colegios para inculcarles a los niños la importancia de la producción ecológica de alimentos. Creemos en ella y no solo la practicamos, sino que consideramos esencial transmitir esos valores a las nuevas generaciones». El tirón del turismo rural en la zona les llevó a abrir la oferta a grupos familiares. Durante cada visita los niños recolectan frutas y hortalizas de la huerta, dan de comer a un rebaño de ovejas, acarician la yegua y terminan el recorrido paseando entre el millar de pitas del gallinero al aire libre para recoger y envasar sus huevos.

Una familia, entre gallinas en Pita Sana, una granja ecológica de Boal abierta a las visitas. Carolina Santos

Una actividad similar propone Luján Candás en su Granja Escuela de Conlléu, en Colunga. En su caso los animales de razas autóctonas asturianas son los verdaderos protagonistas, con ejemplares de asturcón, gochu asturcelta, pita pinta, oveya xalda, vacas de la raza de montaña y de los valles, además de ponis, cabras enanas o conejos. «Me he dedicado siempre a la ganadería y durante el verano venía mucha gente a vernos. Pensé que, igual que hacen en otros lugares, podíamos organizarlo y cobrar por ello como una actividad recreativa. Desde el principio tuve claro que esto no es un zoológico, sino una granja de verdad en la que difundir las razas que tenemos en Asturias», detalla. Durante el curso escolar recibe a colegios y en periodo vacacional visitas privadas previamente concertadas. «Acogemos una sola visita diaria para evitar que los animales sean demasiado 'mansuñaos'. Organizamos también talleres con los críos sobre labores tradicionales o la naturaleza», desvela. La proximidad del Museo del Jurásico y de lugares turísticos como Lastres contribuye a que «tengamos casi completas todas las reservas de verano y éste más que nunca», apunta su responsable.

Noelía García, a la derecha, cogiendo huevos con un grupo de niños en las instalaciones de su explotación avícola. Carolina Santos

Bárbara Canteli dirige en Cantu Colláu, Laviana, el núcleo de agroturismo El Trasgu la Fronda y en él una granja que revive las actividades cotidianas de una casería regional. Este verano ha tenido que sustituir una de sus propuestas más exitosas, la de 'Granjero por un día', en la que varias familias pasaban una jornada entera realizando las tareas propias de una explotación tradicional por visitas unifamiliares en las que los críos alimentan a los animales, le dan el biberón a los 'gochinos' y se dan un paseo en burro. «A los guajes que vienen de grandes ciudades les encanta, sobre todo la libertad de movimiento por la finca y hasta el poder echar a correr por un prau o pararse a acariciar un gatu», relata Bárbara.

Alicia Fierro, Rodrigo Fierro y Pedro Soroa. J. M. Pardo

Otra de las propuestas que están ofertando es la del Alcuentru Xuvenil, un campamento de cinco días para grupos reducidos de chavales de 10 a 14 años: «Se quedan a dormir aquí y durante el día ayudan en las labores de la granja, cocinan ellos mismos o proponen sus propias actividades. El objetivo es fomentarles cómo gestionar su tiempo libre y a socializar, algo muy necesario en esas edades», explica la directora de Cantu Colláu.

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