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Susana G. Lastra, en Valdediós, donde ofrecerá un recital el próximo 4 de agosto. J. M. Pardo
«Los veranos huelen a pedreru, saben a andarica y suenen al órgano de Valdediós»
El verano de... Susana G. Lastra | Organista

«Los veranos huelen a pedreru, saben a andarica y suenen al órgano de Valdediós»

La directora artística del Ciclo de Órgano de Villaviciosa se refugia en Asturias de la 'caló' de Sevilla: «Ahora mismo, aquello es el infierno»

Azahara Villacorta

Villaviciosa

Lunes, 17 de julio 2023, 02:35

Susana G. Lastra (Villaviciosa, 1964) es pura pasión por la música y por el instrumento que un día, cuando iba para pianista, la atrapó con todos sus matices y su complejidad: el órgano. Su «gran amor». El mismo que la ha llevado a convertirse en una de las pocas mujeres titulares de un órgano en España: el de la iglesia del Hospital de Los Venerables, en Sevilla, donde reside desde hace más de tres décadas. Ahora, como cada verano, esta maliayesa que reivindica «más presencia de mujeres en puestos relevantes» acaba de volver a casa para disfrutar de la familia y los amigos y ocuparse de la dirección artística del Ciclo de Órgano de Villaviciosa, cuya duodécima edición que arranca el próximo día 21 (20.30 horas) en Valdediós y que se prolongará con otros tres conciertos, todos los viernes, hasta el 11 de agosto.

-Además de disfrutar de su tierra y del ciclo que dirige, ¿a qué piensa dedicarse estos meses?

-Este verano, como todos mis veranos, lo voy a dedicar a tocar, porque es cuando tenemos mayor actividad concertística. Acabo de volver de Cerdeña, ahora me voy a Ávila, Eslovaquia, Italia de nuevo...

-¿Qué tiene Sevilla que no tenga Villaviciosa?

-Es verdad que soy de la Villa pero vivo en Sevilla, así que muchas veces bromeo diciendo que soy de Sevillaviciosa. Me gusta el contraste entre el norte y el sur, me gusta la luz de Sevilla y esa alegría de vivir. A lomos de la bici, mi sistema habitual de transporte, nunca me canso de admirar la belleza de esa ciudad. Pero también necesito el norte, con esos praos verdes que acaban en la mar, esa naturaleza, ese silencio, esa melancolía y esa bondad natural de nuestra gente. Y este contraste tan marcado también lo extrapolo a lo musical. En Sevilla, disfruto tocando el órgano del Hospital de Los Venerables, un espacio barroco único, repleto de frescos y de historia, con uno de los mejores órganos españoles, imponente. Y en Asturias disfruto de Valdediós, con un pequeño órgano histórico donde tocar se convierte en casi una meditación. Cae la tarde y la luz del rosetón es el último foco en medio de un silencio perturbado por los clarines y los flautados. ¡Soy muy afortunada!

-¿Asturies, paraíso natural y cada vez más refugio climático para foriatos?

-Sin duda. Yo huyo de la 'caló', porque, ahora mismo, aquello es el infierno. Y, cuando llego en coche a Villaviciosa, siempre me sorprende la temperatura, por más que haya hecho la misma operación durante más de 35 años. Que, de repente, ya se pueda dormir, pasear y olvidarse del aire acondicionado. Soy feliz en Asturias. Para mí, los veranos huelen a pedreru, saben a andarica y suenen al órgano de Valdediós.

-Ya no compartirá espacio con el Círculo Cultural en el Conventín después de su desencuentro con la Diócesis...

-Desconozco lo que ha pasado con el Círculo de Valdediós. Nosotros no tenemos nada que ver, trabajamos con la Fundación José Cardín Fernández y tenemos unas excelentes relaciones con el Arzobispado, que nos cede uno de los espacios más bellos en Asturias para poder escuchar música: la iglesia de Santa María y su órgano. Además, como este año celebramos los 310 años del instrumento, le hemos preparado una tarta de cumpleaños con música del siglo que lo vio nacer. La música barroca será la protagonista, con unos organistas de gran proyección internacional. Valdediós está cobrando vida, le están dedicando muchos esfuerzos y se nota. Creo que es uno de los lugares más emblemáticos de Asturias. La espiritualidad rezuma por sus paredes y tiene una fuerza inmensa, allí, perdido en el fondo de ese valle tan asturiano.

-Y, ya al margen del órgano, ¿nos recomienda algún temazo veraniego?

-Suelo escuchar música clásica, así que lo de temazo no creo que se lo podamos adjudicar a Bach o a Messiaen. Pero he escuchado el último tema de Rodrigo Cuevas, 'Cómo ye?!', y sí que me parece un temazu. Me gusta mucho el giro que ha sabido darle al folclore asturiano.

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