Secciones
Servicios
Destacamos
C. R.
avilés.
Sábado, 4 de abril 2020, 00:56
Solo la alimentación contribuye a mantener la actividad de los centros comerciales de Avilés y Corvera, El Atrio y ParqueAstur, respectivamente. El supermercado Alimerka, en el primero, y Carrefour, en el segundo, son dos imanes de clientes en unos espacios que hoy presentan ... una escuálida imagen de lo que en realidad son. No es momento de lamentos porque no hay sector que se libre de una incertidumbre que impide hacer planes a las gerencias ante la alta probabilidad de que se queden en papel mojado. Entre tanto, dirección y personal administrativo acuden a su oficina y le toman el pulso al movimiento de unos centros comerciales que si no fuera por la clientela de los negocios de alimentación tal vez tendrían que cerrar. Cierto es que la situación difiere si el centro comercial está en el núcleo urbano de Avilés o en las afueras.
En El Atrio solo permanecen abiertos tres negocios: el supermercado, la frutería Covadonga y la tienda de animales Huellas. Con dos únicas entradas de las cuatro que tiene, es habitual ver una cola de clientes que quieren bajar al sótano, al Alimerka. A pesar de que se puede pasar por el centro para acortar el camino entre la calle de La Cámara y la de Jardines, o viceversa, en realidad apenas registra tránsito porque tampoco hay viandantes. Quienes van a El Atrio van a comprar.
«Tenemos una tienda de telefonía que podría haber abierto, pero ha decidido permanecer cerrada y otra tienda de alimentación que abrió solo la primera semana», explica el gerente Juan Queipo, quien aclara que están «estudiando los alquileres» con los arrendatarios. «Estamos en contacto con todos los comerciantes y esperamos llegar a un acuerdo ventajoso para ambas partes porque el centro comercial permanece abierto y registra unos gastos fijos de seguridad, limpieza y suministro eléctrico», manifiesta. Consciente de que esta situación es un varapalo para todos, subraya que «de ninguna manera queremos lesionar la economía de nadie».
El planteamiento de ParqueAstur al respecto no trasciende, pero la situación es la misma. El centro permanece abierto y prácticamente con los mismos gastos fijos, a pesar de estar funcionando a ralentí. Se habían previsto algunas mejoras y nuevas aperturas que ahora están en el aire. Allí el motor es el hipermercado Carrefour. En el interior también está abierta una tienda de telefonía, pero el volumen de clientela no tiene nada que ver. Ni siquiera en el propio Carrefour, que no se ha visto en la necesidad de limitar la entrada dado que hay suficiente espacio para el número de personas que puede coincidir a la misma hora en los pasillos.
Las distancias de seguridad están señalizadas y se han adoptado todas las medidas de prevención indicadas por las autoridades. No son los únicos cambios, los clientes también han impuesto los suyos. «Hemos pasado de ser una tienda de fin de semana a vender a diario y, sobre todo, por la mañana. Por la tarde, el volumen de gente puede caer hasta un 70%», explica el gerente Miguel Ángel Plaza, que garantiza el abastecimiento.
Indica que puede faltar algún producto «puntualmente», pero para evitar que eso suceda prefieren apostar por proveedores que responden. Es decir, puede ocurrir que de algún alimento del que antes de esta crisis tenían más de una referencia, cuando ahora solo tienen dos. Lo que sí han notado es que la compra la integran productos de primera necesidad, independientemente de que en algún momento caiga algún capricho. Al fin y al cabo hay que darse algún gusto.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.