Sancionan a dos guardias civiles por acosar a una compañera: «¿Qué preferirá, por delante o por detrás?»

Dos agentes de la Guardia Civil destinados en el puesto de Oliva-Gandía (Valencia) han sido expedimentados y cesados de su puesto durante tres meses por acosar a una compañera durante un turno nocturno. Aunque los acusados han recurrido la sentencia, el Tribunal Militar Central ha desestimado su versión en la que alegaban no haber suficiente «concreción» y haber visto vulnerados sus derechos a la intimidad.

Por su parte, el Tribunal ha considerado que existen «elementos suficientes y adecuados» como para tramitar el expediente disciplinario de los agentes. Según ha informado elDiario.es tras acceder al informe oficial, los hechos se han considerado de «gravedad objetiva» y, sin embargo, se ha aplicado la multa mínima: su cese durante tres meses.

La agente denunció el comportamiento de sus compañeros, que la noche del 2 al 3 de abril durante un servicio de prevención, no pararon de dirigir comentarios de índole sexual «hirientes» y «soeces» hacia ella. Aunque la víctima llegó a pedir una veintena de veces que parasen, el acoso fue en aumento y los comentarios subieron de intensidad a medida que avanzaba la noche hasta que la agente decidió no volver a subir al coche patrulla y quedarse en el puesto de Oliva.

Aquella noche los tres guardia civiles decidieron tomarse un café junto a otra patrulla en un bar de Oliva y ya de camino al local los dos agentes dieron rienda suelta a todo tipo de alusiones machistas y cometarios totalmente fuera de lugar. «No te preocupes que si esta noche hay alguna pelea, (el otro agente) te protege los pechos, no te pasará nada». «Yo te los agarro por detrás y nadie se acerca», contestó el otro sancionado. Además hicieron referencia al físico de la agente: «vaya cinturita tienes» o «tiene cuerpo de española, bien marcado».

Ya en el bar continuó el acoso y la víctima asegura en su declaración que habló con uno de sus compañeros en privado para pedirle que dejase de animar al otro, que «ya poco necesita él solo para venirse arriba».

Los agentes de la otra patrulla, con los que estaban en el bar, «más bien parecían avergonzados» ante la actitud de los dos guardia civiles, pero esto no sirvió para que cesara el acoso y de vuelta en el coche continuaron: «¿Sabes que quien va de copiloto tiene que permitir que el piloto le toque las tetas?» «¿Sabes que lleva abiertas las ventanas para que se te pongan los pezones duros y poder verlos?».

La conversación entre los guardias terminó por ignorar la presencia de la mujer y hablar de ella como si no estuviese presente, haciendo una serie de comentarios sexuales irrespetuosos cuanto menos: «Y tú qué crees: ¿que es tranquilita o que luego es una guarra y no quiere parar?»,«Y azotándola, ¿te la has imaginado?» o «¿Preferirá por delante o por detrás?».

Uno de los agentes, que ya había intentado quedar con la mujer fuera del ámbito laboral aseguró que iba a caer «seguro». Fue este mismo guardia civil, que ya había mostrado interés en ella previamente, el que aseguró haberse «pajeado pensando en ella, mientras la arrastro del pelo por el suelo o escupiendo en una botella y haciéndoselo beber».

Aunque se han condenado los hechos, cabe destacar que la sanción impuesta a los agentes es la mínima. Por su parte, el informe del asesor jurídico que dió lugar al cese temporal de los agentes insiste en que estos comportamientos son «impropios» en el Instituo Armado y hace referencia al «notorio daño» al servicio nocturno de la patrulla, además de un «sensible perjuicio» para la víctima.

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