El precio de las botellas sustraídas de Atrio supera los dos millones

38 han sido de Romanée-Conti, uno de los vinos más prestigiosos del mundo. Esta bodega de la región vinícola de la Borgoña está en la cúspide de la pirámide de las denominaciones de origen de Francia, donde se cultivan las viñas de la exclusiva calificación de Grand Cru. En la carta de Atrio hay 22 referencias de este apreciado caldo de la compleja variedad tinta pinot-noir, desde la añada de 1990 a la de 2015. Sus precios oscilan entre los 29.500 euros las más bajas y los 81.500 que valen las botellas magnum (1,5 litros).

Los otros siete ejemplares sustraídos son de Château d'Yquem. Esta bodega se encuentra en la mítica región de Sauternes –dentro de la afamada Burdeos– en la que se producen singulares blancos dulces elaborados a partir de uvas con botrytis noble (un hongo que afecta a las vides cuando se dan unas condiciones climáticas especiales de humedad) de las variedades semillon y sauvignon blanc.

Atrio tenía la colección más grande de Château d'Yquem y en su flamante cava se exhibía su preciada botella de 1806, recorchada en el propio Château en 2001. Esta es una de las robadas. Con un precio en carta de 350.000 euros, este oro líquido de más dos siglos fue adquirido en el 2000 por Toño Pérez, chef con estrellas Michelin, y José Polo en la casa de subastas Christie's.

Su historia ya es un mito. Poco después de llegar a Cáceres la valiosa reliquia sufrió un accidente que rompió la parte final del cuello de la botella. Sus dueños trasvasaron el contenido a otra botella que al día siguiente se encargaron de llevar a Francia. La enóloga jefe de Château d'Yquem, Madame Garbey, comprobó la originalidad del líquido y su buen estado de conservación. El caldo se reembotelló y Garbey rubricó su autenticidad. Pérez y Polo volvieron a casa acunando una joya antigua que el martes les abandonó.

Los empresarios no han hecho público el valor del robo, pero sí han reconocido que los ladrones han ido a por las botellas más valiosas de su icónica bodega, una referencia entre los más entendidos de este sofisticado mundo.

Las otras seis botellas de d'Yquem de más valor en carta son una de la añada 1921, con un precio de 85.000 euros; tres tasadas en 45.000 euros, de 1883, 1884 y 1959; una de 1891, con un valor de 35.000 euros; y una del año de 1899, con un coste de 34.000 euros. Solamente estos siete ejemplares de d'Yquem alcanzan casi los 640.000 euros.

Las 38 botellas de Romanée-Conti sumarían, a una media de 41.000 euros, 1,5 millones de euros, con lo que el robo superaría los dos millones. Pero José y Toño no hablan de dinero, lo que les han robado es parte de «su historia».

La directora del master en Sumillería y Enomarketing del Basque Culinary Center y expresidenta de la Denominación de Origen de Navarra, Pilar García-Granero, afirma que estas botellas «nunca» podrán salir a la venta. La reputada enóloga cree que se trata de un robo dirigido. «Esto un robo por encargo para un coleccionista privado, alguien caprichoso. La botella de d'Yquem es única en el mundo y muy conocida. No hay posibilidad de que eso salga al mercado», asegura.