La vivienda donde fueron descubiertos los cuerpos sin vida. EFE

El parricida de Elche: «Mi hermano intentó escapar, pero salí detrás de él y lo cacé antes»

El menor ha relatado a los investigadores cómo asesinó a sus padres y a su hermano, de 10 años, cuyo funeral ya se ha realizado

EL Comercio

Gijón

Lunes, 14 de febrero 2022, 21:28

El asesinato de unos padres y su hijo pequeño a manos de su otro hijo, un adolescente de 15 años, en Elche ha conmocionado al país. Los familiares y allegados han despedido este lunes a las tres víctimas tras el funeral en el Tanatorio L'Aljub y el entierro, visiblemente rotos por el dolor e impactados por este triple crimen.

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El menor ha contado a los investigadores del caso más detalles de los hechos. «Mi hermano intentó escapar, pero salí detrás de él y lo cacé antes», ha relatado, sin remordimiento aparente, que el pequeño, de solo 10 años, trató de huir al escuchar los disparos y ver a su madre muerta.

«Disparé dos veces a mi madre cuando estaba en la cocina. Un tiro por la espalda y luego la rematé», ha relatado el menor a la Policía tras su detención el pasado viernes. Fueron su tía materna y una vecina suya las que descubrieron los cadáveres, según la declaración que ha adelantado La Sexta. Conforme informó ABC, a la hermana de su madre también le confesó todo sin alterarse: «He matado al papá, a la mamá y a mi hermano con la escopeta», le dijo.

El adolescente estaba enganchado al 'Fornite', un videojuego que ofrece mucho realismo en escenas cotidianas de los personajes. De forma similar a ese mundo virtual, había planeado primero cómo podía vengarse de su madre por castigarle sin wifi, tras una fuerte discusión por sus malas notas. Y después de abatirla a ella y a su hermano, siguió sin reaccionar ni recapacitar: «Esperé a mi padre cuatro o cinco horas y le disparé al llegar», cuando regresaba del trabajo.

La Policía Nacional ha verificado que, efectivamente, los cuerpos presentaban seis disparos en total, dos la madre, uno el niño y tres el padre, a quien remató mientras le preguntaba, horrorizado: «¿Pero qué haces, estoy sangrando?». A continuación, se llevó los tres cadáveres y los apiló en un cobertizo situado junto al chalé, se duchó y se preparó la cena, con total normalidad. Y convivió durante tres días con su familia muerta y los cuerpos a una treintena de metros en la construcción de al lado, mientras se pasaba buena parte del tiempo en su cuarto jugando con la videoconsola.

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