Niñas prostituidas y enganchadas al crack: la red de corrupción que explotó a menores en Madrid

Las pesquisas comenzaron en abril pasado, cuando los agentes tuvieron noticias de que una adolescente de 16 años se fugaba con asiduidad de su lugar de residencia, el centro de menores de Picón del Jarama (Madrid), perteneciente a la red pública autonómica. La directora de este centro, al ver el alto poder adquisitivo de la interna, comenzó a sospechar de sus actividades y denunció los hechos a la Guardia Civil. Posteriormente, los investigadores pudieron confirmar que en sus ausencias mantenían relaciones sexuales con personas adultas a cambio de dinero o de sustancias estupefacientes.

Con el paso de las semanas, tras abrirse una causa judicial, los agentes descubrieron que otras menores se encontraban en la misma situación. Contactaban con ellas a través de redes sociales, ganándose su confianza y posteriormente las utilizaban para ofrecer servicios sexuales a clientes a los que, además, suministraban sustancias estupefacientes.

En algunos casos, las obligaban a distribuir ellas mismas la droga a bordo de patinetes y, tras la entrega, eran agredidas sexualmente por los propios consumidores. En otras ocasiones, los detenidos las trasladaban a un conocido polígono de la capital madrileña, en la Colonia Marconi, donde ofrecían a los compradores del estupefaciente mantener relaciones sexuales con ellas.

Los policías tuvieron conocimiento de que una de las menores permaneció durante tres días encerrada en una habitación de un 'narcopiso' del distrito madrileño de Usera, regentado por una de las detenidas. Allí el procedimiento era el mismo: cuando entraban los clientes para adquirir su dosis esta mujer les daba la posibilidad de tener sexo con la menor. En un momento de descuido, la víctima logró zafarse y pidió ayuda en un estanco próximo, desde donde avisaron a la Policía Nacional.

También descubrieron que uno de los mayores responsables de este entramado criminal había solicitado los servicios de una de las menores. Para ello, él mismo reservó un vehículo con conductor para que la trasladase desde el 'narcopiso' hasta su vivienda y, una vez allí, él y otros tres varones sexualmente de la menor.

Tras identificar a todas las personas implicadas, siendo tres de ellas mujeres, se desarrolló un operativo policial a finales de noviembre. Entre los registros realizados en domicilios y viviendas ocupadas, destaca una peluquería ubicada en Puente de Vallecas, que contaba con un zulo oculto sin iluminación y con una cama donde, al parecer, se llevaban a cabo las prácticas sexuales. Además descubrieron una cámara fotográfica, la cual están analizando por si pudiera contener material pornográfico de las chicas.

Entre lo intervenido también se encuentran sustancias estupefacientes (300 gramos de cocaína, diez de los cuales los portaba una menor), útiles para su venta y consumo, un arma de fuego, un machete, dinero en efectivo y diverso material informático. Se investigan delitos de agresión sexual, prostitución de menores, detención ilegal y contra salud pública. Una vez pasaron a disposición judicial se decretó prisión incondicional para ocho de ellos.

Entre los arrestados está un hombre, marroquí de 52 años, que se encuentra en prisión acusado de matar a otro de un puñetazo el 12 de agosto de 2021 en la avenida de Monte Igueldo, en el distrito madrileño de Puente de Vallecas. Otro de los detenidos es un cantante de rap Saymol Fyly, con más de 154.000 suscriptores en la red social Youtube, y varios integrantes de la banda de los Dominican Don't Play. Alguno de ellos visitaba con frecuencia los 'narcopisos' de la calle San Dalmacio de Villaverde.

Según la Comunidad de Madrid, en la actualidad una de estas menores sí reside en un centro de menores para protegerse de esta red criminal. Sin embargo, el resto de chicas captadas por la organización criminal no estaban tuteladas por la administración regional cuando se ha desarrollado la operación policial, según explican desde la Dirección General de Infancia, Familia y Fomento de la Natalidad.

No obstante, las citadas fuentes policiales apuntaron que la investigación inicial sobre la menor del centro de Picón del Jarama permitió comprobar que al menos otras tres llegaron a centros de protección de Madrid «por otros motivos» y que también habrían sido explotadas por este organización de corrupción de menores.